“Haz de la vida un sueño y del sueño una realidad” se lee en uno de los tantos tatuajes que lleva en su piel el futbolista francés Antoine Griezmann.
Una filosofía de vida que bien ha sabido aplicar, convirtiéndolo en uno de los jugadores más destacados de los últimos tiempos.
Por su talento en la cancha, estilo fashion y lo apuesto que es, el llamado ‘Principito’ es una de las figuras a seguir en la Copa del Mundo Rusia 2018.
El inicio del sueño
Originario de Mácon, localidad situada en la región de Borgoña, Griezmann comenzó a probar suerte en la cantera de algunos equipos franceses pero era rechazado por ser pequeño y delgado.
A los 13 años llegó a las categorías inferiores de la Real Sociedad, donde fue desarrollando su juego hasta destacar con el primer equipo.
Tras cinco temporadas, el francés fue fichado en el 2014 por el Atlético de Madrid.
Con la casaca francesa
La primera vez que el delantero portó los colores de su selección el 5 de marzo de 2014 durante la victoria 2-0 ante Holanda en un partido amistoso.
Mientras que, su primer encuentro oficial fue el 15 de junio del mismo año en el Mundial de Brasil, donde el conjunto galo venció 3-0 a Honduras.
En el 2016 fue elegido Balón de Bronce y obtuvo el premio al Mejor Jugador y Máximo Goleador de la Eurocopa de Francia.
Su historia inspira
“Para convertirme en futbolista tuve que superar muchos obstáculos y no rendirme nunca”, expresó en su cuenta de Facebook al lanzar su serie de libros animados “Goal”.
Dirigidos a niños entre los 8 y 12 años, narran el recorrido del jugador hasta llegar al más alto nivel y tienen como fin transmitir valores como el respeto, solidaridad, espíritu de equipo y determinación.
Previo a esta serie, el francés también presentó su autobiografía “Tras la sonrisa”, escrita en primera persona con la ayuda del periodista Arnaud Ramsay.
En ella cuenta desde cómo se hizo su primer tatuaje y porqué nunca jugaría en el Arsenal hasta cuando era el recogebalones del Real Madrid y le pidió su playera a Zinedine Zidane.
Ser papá: lo mejor de la vida
Casado con la española Erika Choperana, en abril de 2016 el jugador debutó como papá de una niña a la que llamaron Mía.
Sobre ser papá ha comentado que es lo más importante que le ha pasado junto con su boda.
Griezmann y su esposa se conocieron cuando él era una promesa del balompié y ella una estudiante de Pedagogía en San Sebastián.
Fashionista de principio a fin
Si no fuera futbolista, Griezmann declaró a la revista Icon que se hubiera dedicado a la moda, ya sea como modelo o diseñador.
Uno de sus ejemplos en este aspecto es el ex futbolista David Beckham, “Cada vez que va a un acto siempre hay flashes sobre él…por su pelo, el traje que lleva, la clase que tiene”.
El francés señaló también que suele copiar el look de actores o cantantes, por ejemplo la chaqueta rosa de Gucci que lució el reguetonero J Balvin.
Apasionado de los tatuajes
Uno de los ídolos musicales de Griezmann es el norteamericano Chris Brown y no hay mejor prueba que los tatuajes que lleva en su honor.
Inspirado en los temas musicales de éste, en los nudillos se lee la palabra Hope (Esperanza) y en el antebrazo Fame (Fama).
El jugador –un ferviente de la religión- también luce una imagen de la Virgen María, el Cristo del Corcovado y el amén de un rosario.
Además de las iniciales de su familia y la frase en árabe “Haz de la vida un sueño y del sueño una realidad”.
“Para convertirme en futbolista tuve que superar muchos obstáculos y no rendirme nunca”.