19 abril, 2024

Parte del cuidado de nuestros ojos incluye una terapia visual, la cual nos ayudará a desarrollar, mejorar e intensificar nuestras capacidades visuales, de las cuales se conoce muy poco.

Una terapia visual, también conocida como entrenamiento visual, nos sirve para dar diagnóstico y tratamiento de varios problemas, que en su mayoría están relacionados con problemas de aprendizaje y que afectan sobre todo a niños y pueden confundirse con el diagnóstico de ametropías.

Una ametropía es una anomalía o defecto de refracción del ojo que impide que las imágenes se enfoquen correctamente sobre la retina y que no puede ser tratada con terapia visual, pues esta no es un tratamiento.

Para identificar qué tipo de problema visual tenemos y cuál es el procedimiento para tratarlo, es importante hacer un examen de la vista completo, sobre todo si los signos y síntomas son evidentes, mismos que pueden ser tratados por el terapeuta visual.


Dentro de los problemas que trata el terapeuta, los más comunes son:

• Ambliopía u ojo flojo. Que consiste en la disminución de la visión por falta de sensibilidad en la retina, que no tiene causas orgánicas

• Insuficiencia de convergencia. Que afecta la capacidad para enfocar un objeto de cerca

• Estrabismo. Problema visual que hace que los ojos no estén alineados correctamente y apunten en diferentes direcciones

• Forias. Que son una disfunción binocular consistente en la desviación latente de los ejes visuales, manifestándose únicamente cuando no existe un estímulo visual en uno de los ojos

• Tropias. Una disfunción binocular consistente en la desviación manifiesta o permanente de los ejes visuales por la que se rompe la fusión de las imágenes, comúnmente denominado estrabismo


Entrenamiento

La terapia visual consiste en un entrenamiento del ojo en el que se intenta mejorar los trastornos.

Los ejercicios pueden estar combinados con prismas, dibujos y lentes especiales; las terapias son dos veces por semana y pueden durar de tres meses a un año. Cabe resaltar que es un optometrista el que se encarga de dar estas terapias, él es quien determinará si realmente es un problema de visión o una dificultad de aprendizaje, para canalizar al paciente a algún otro especialista o combinar terapias.

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