Uno de los peores hábitos que ocurre en algunos hogares mexicanos es comenzar el día desayunando cereales. “El peor alimento que podemos ofrecer a nuestros hijos son los cereales, y peor todavía si lo hacemos a la hora del desayuno”, explicó el pediatra Guillermo Garza, quien comentó que son muchos los factores negativos que suceden cuando se consumen estos alimentos.

Por qué no comerlos

• Retardan el crecimiento

Las bruscas elevaciones del azúcar (glucosa) en sangre que producen los cereales inhiben la hormona del crecimiento y aceleran el envejecimiento celular.

• Promueven desajustes de los niveles de azúcar

Aceleran la aparición de resistencia a la insulina (el solo hecho de ser latinos nos hace personas de alto riesgo para presentar resistencia a la insulina) y con esto la aparición de diabetes.

• Aumentan de peso

Incrementan los depósitos de grasa abdominal (visceral).

• Riesgo de otros padecimientos

Al aumentar los depósitos de grasa aumenta la posibilidad de desarrollar obesidad junto con sus más de 30 complicaciones, incluyendo el aumento de la posibilidad de desarrollar cáncer.

El enemigo a vencer

Los cereales glaseados con azúcar, de colores y con malvaviscos (bombones) son una verdadera bomba en contra de nuestro metabolismo. Casi todos los cereales comerciales, relativamente baratos y de fácil acceso, tienen maltodextrina, que es un tipo de azúcar que daña la microbiota intestinal con lo cual se altera nuestro sistema inmunológico y se pierde la capacidad selectiva de absorción intestinal.

Impacto a la micriobiota

Al perderse la capacidad selectiva intestinal se absorberán sustancias que en condiciones normales no se deben absorber, ocasionando la aparición de trastornos conductuales, alérgicos y reacciones de hipersensibilidad.

Afectaciones

• Disbiosis. Altera la producción de vitaminas indispensables para la salud neurológica

• Inhibe la absorción de sustancias como el triptófano, indispensable para la producción de serotonina (hormona de la felicidad)

Y los cereales orgánicos

“Aunque los cereales sean integrales, orgánicos, altos en fibra y sin azúcar adicionada, causan elevación de la glucosa en sangre, por lo que se deben ingerir ocasionalmente y en poca cantidad”, explicó Garza.

Alternativa

Una forma de sustituir el cereal es con yogur natural, con fruta fresca o frutos secos, almendras, nueces, pasas y arándanos. Este desayuno está lleno de energía y sin picos de glucosa.

Conclusión

“La próxima vez que ofrezcan cereal a sus hijos les pido por favor recuerden esta información”, concluyó el pediatra Guillermo Garza.

Fuente: Dr. Guillermo Garza, pediatra

Hospital Ángeles