25 abril, 2024

Diez son los años que ha dedicado el juarense Ernesto Adrián Gutiérrez Perea a cumplir su sueño en el mundo de la danza, actuación y canto.

“Dulce caridad”, “Shrek, el musical” y “Pippin” han sido sus pininos en la Ciudad de México, a la que se aventuró a irse hace un año y medio.

“Hace tres años conocí a Mauricio Salas –exponente del teatro musical en México–. Ha hecho ‘El rey león’, ‘Mary Poppins’, ‘Los locos Adams’… vino a dar un curso y me dijo ‘vámonos’”, expresó.

Pero a pesar de su emoción por partir, Ernesto decidió esperar a concluir sus estudios en UTEP y en junio del año pasado tomó sus cosas y se marchó en busca de nuevos aprendizajes.

“Entré a un curso de verano con Mauricio, su escuela se llama Artestudio, me gustó, entré a dos producciones y voy a empezar mi tercera”, platicó.

Para Ernesto la vida en la Ciudad de México ha resultado difícil, “es complicado tener la suficiente motivación para poderte salir y vivir en otro lado sin familia, tener que hacer amigos, buscar un trabajo”.

Y por otra parte, se siente pleno de hacer lo que más le gusta en un lugar que considera como la cúspide del teatro musical en México.

Sus inicios

“Toda mi vida me gustó mucho bailar, escuchaba la música y me daba por bailar, desde el kínder, la primaria… en las kermeses me tocaba hacerla de coreógrafo”, comentó.

Profesionalmente Ernesto inició su carrera a los 15 años en Hip Jazz con Mario García –actual director de MAG Producciones–.

A su ingreso empezó a tomar clases de actuación y canto, además de la danza, en que ya tenía bases. “Ahí nace el gusto por el teatro musical, que combina las tres disciplinas”, expresó.

En este tiempo Ernesto participó en producciones como “Hoy no me puedo levantar”, “Peter Pan”. “Aladdín”, “La sirenita” y “Sueños”.

Una parte fundamental de cumplir su sueño, dijo, ha sido su madre, “hemos tenido una vida familiar medio difícil pero desde siempre me apoya, me empuja, es un aliento, es la que me hace seguir, despertarme y seguir luchando”.

Hoy con nuevas experiencias Ernesto quiere ser un ejemplo para quienes piensan dedicarse a esta carrera, decirles que sí existen miedos, pero si tienen un sueño específico, pueden llegar a cumplirlo.

El actor, bailarín y cantante se describe como alguien a quien le gusta luchar y no se deja vencer fácilmente, además de un poco ególatra.

“Creo que hay que tener ese amor por sí mismo, antes era una persona muy negativa, ahorita me he vuelto una más positiva, ahí vamos cambiando, estoy buscando mi verdad, esas buenas vibras de alimentarme de cosas positivas, de ser perseverante”, agregó.

El teatro musical lo hace sentir vivo

Hace unos meses Ernesto tomó un curso con el coreógrafo puertorriqueño Luis Salgado –quien sobresale en la escena neoyorquina–, y ahí reafirmó que el teatro musical lo hace sentir vivo.

“Nos ponía una friega, terminaba sin aire y me sentía vivo; eso es lo que me motiva, realmente estoy haciendo algo que me llena para seguir echándole ganas”, comentó.

Admirador de artistas como Idina Menzel, Pablo Alborán y Ricky Martin, confesó que uno de los papeles que le gustaría hacer es el hombre de hojalata en “Wicked”.

En la parte del canto platicó que ha estado componiendo con su amigo Jorge Quintero, “mi meta es componer unas diez canciones, grabar los demos y lanzarlos”.

Y a un plazo corto también desea presentar su primer libro, que aunque no es autobiográfico, toma muchas cosas de él, “es de un chavo que se está descubriendo en general, su orientación sexual, su vida, qué quiere, es una meta que tengo terminar el próximo año”.


Es complicado tener la suficiente motivación para poderte salir y vivir en otro lado sin familia, tener que hacer amigos, buscar un trabajo”

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