El hígado es el órgano más grande (sin contar la piel) del cuerpo y no tiene una, sino varias funciones fundamentales para el organismo, ya que, interactúa en la digestión de las grasas, además de liberar la bilis que trabaja mediante la absorción y síntesis de las grasas. En el metabolismo tiene una actividad importante ya que a través del gluconeogénesis ayuda a transformar el azúcar en energía para el cuerpo. Otra tarea es realizar el almacenamiento de vitaminas importantes como lo son la vitamina A, D y parte del complejo B. Los problemas derivados de enfermedades hepáticas son graves, debido a la importancia y variedad de procesos que realiza, como la síntesis de proteínas, enzimas y hormonas y por si fuera poco filtrar las toxinas del cuerpo.
¿Qué alimentos lo dañan?
Bebidas alcohólicas
“El consumo excesivo de alcohol causa que las funciones de nuestro hígado se vean interrumpidas, esto causa un desequilibrio químico y la destrucción de células hepáticas”, indicó la experta en nutrición Stefany Cabello.
Grasas, colesterol, azucares y conservadores.
“Todas las grasas, al igual que alimentos ricos en colesterol, las azucares y los conservadores, hacen que nuestro hígado trabaje más de lo habitual por lo que pueden llegar a causar daño hepático” platicó Kenia Rueda licenciada en nutrición.
Sal
Para las expertas en nutrición su consumo excesivo interfiere con el correcto funcionamiento del hígado, además de que detiene la producción de determinadas proteínas por lo cual puede dañarlo.
Proteínas en exceso
Las dietas altas en proteínas aumentan el funcionamiento del hígado porque debe eliminar las toxinas que se forman cuando la proteína se digiere, lo que favorece el desarrollo de cirrosis o cáncer.
Fuente:
Stefany Cabello López, licenciada en nutrición
L.N Kenia I. Rueda Solorio, licenciada en nutrición