Por Marisol Rodríguez
Dulce o salado, relleno o simplemente solo, el croissant es un pan muy popular que se disfruta por igual en el desayuno o como un aperitivo a media tarde.
Según los panaderos, el encanto de su sabor se encuentra en el amasado y en respetar con los tiempos de reposo y enfriamiento.
Masa de hojaldre, levadura y mantequilla, son los ingredientes que integran su receta original. A continuación te presentamos 5 curiosidades para que conozcas más de este irresistible pan.
- Lo primero que debes saber es que es originario de Austria, y se dice que fue un pastelero vienés quien lo llevó a París en 1838; en aquel lugar un francés agregó mantequilla a la receta y así nació el croissant parisino. Otras versiones señalan a María Antonieta como la responsable de su llegada a Francia.
- En Perú, Ecuador y Venezuela se le conoce como cachitos; en Paraguay, Argentina, Uruguay y Chile, lo llaman medialunas y en otros países de América Latina, cuernitos.
- Es tan versátil que lo puedes comer con rellenos dulces y salados; entre los primeros, el chocolate, mermelada, crema pastelera y dulce de leche. Si lo prefieres con los segundos, va perfecto con embutidos, quesos y vegetales.
- Su receta se publicó por primera vez en 1891, con otro tipo de masa y en 1905 la de su versión hojaldrada, que también fue incluida en la primera edición del Larousse gastronómico en 1938.
- La pastelería Gérard Mulot es considerada como la que hace los mejores croissants en París. Su secreto está en usar mucha margarina, una libra por cada dos de harina, proveniente de la región de Bretaña.
¿Sabías que…?
Croissant significa creciente en francés y fue llamado así por el cuarto creciente lunar, debido a la forma original del pan