La economía digital va en aumento y son cada vez menos las personas que no forman parte de este universo.
Entre 2014 y 2015 el e-commerce en el país creció 59 %, lo que implica (por ejemplo) que un internauta promedio gastó 700 pesos en el primer trimestre de este año en viajes online y que 420 pesos de su sueldo se fueron en otros servicios y bienes adquiridos por internet, esto según el estudio Retos del e-commerce en México 2017.
Sin embargo, en comparación con América Latina el país está todavía por debajo de la media en cuanto a la penetración de las ventas de comercio electrónico. Cada vez es más común que la gente compre en línea cualquier tipo de productos y servicios, e incluso hay artículos que no se pueden encontrar de otra manera más que a través de una tienda en línea.
Casi ocho de cada 10 usuarios de internet han comprado productos o servicios en línea en el último año, principalmente moda y electrónica, según cita este mismo estudio.
Temor a ser engañados
Pero ¿formas parte de este 20 % que todavía no se anima? Tampoco es para señalarte. Ya sea que formes parte de la generación millennial o no, la desconfianza todavía es una de las barreras para la adopción del comercio electrónico en México.
Una encuesta realizada por Direct Marketing Research a solicitud de PayPal exploró los hábitos y actitudes ante el comercio y los pagos digitales entre estudiantes de menos de 26 años y encontró que el miedo de que no llegue el producto y la preocupación de la seguridad de los datos financieros suman 63 % de los obstáculos para una mayor adopción. Para un gran porcentaje de los internautas mayores, “la falta de seguridad en internet es un tema importante”, según señala PayPal.
Y es que el miedo es razonable. El comercio por internet es el canal con mayor número de reclamaciones ante las autoridades y representa 77 % de las quejas, de acuerdo con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
La peor cara es que esta cifra está creciendo. Según este mismo organismo, en 2016 las reclamaciones por posible fraude cibernético en los sistemas bancarios mexicanos se dispararon 148 % con respecto a 2015.
Esto no sucede exclusivamente en México, sino que alrededor del mundo los fraudes también están convirtiéndose en cotidianos.
De acuerdo con un análisis de Citizen Advice, una organización del Reino Unido, cada vez más las personas son atrapadas por “productos fantasma”, por ejemplo, autos o vuelos que en realidad no existen.
“Las estafas de ‘bienes fantasma’ involucran estafadores que publicitan artículos a precios reducidos en redes sociales como Facebook e Instagram o en marketplaces como Ebay. Los estafadores también publican comentarios de clientes falsos para dar la impresión de que son un comerciante de renombre”, sostiene el estudio de esta organización. Todo tipo de bienes están involucrados en estas malas prácticas, desde joyería, cámaras, instrumentos musicales, lecciones de manejo, etcétera.
No es por asustarte, pero lo mejor es tener la información disponible para que no te pase a ti. A pesar de todo esto, comprar en línea es la tendencia, está en crecimiento y trae numerosas ventajas. Además de que puedes encontrar descuentos en productos que en la tienda física no existen, que lleguen a tu casa solo después de dar un clic hace que este medio sea y vaya convertirse en una actividad cotidiana e incorporada a nuestro estilo de vida en muy pocos años.
Conoce más
Para disipar el miedo y la desconfianza es esencial tener la información necesaria y animarte a probar. Si eres primerizo y tienes la inquietud de empezar, necesitas hacerlo hasta un nivel en que tú te sientas seguro.
La primera recomendación es que te animes a hacerlo en un sitio que sea muy conocido. “Haz compras de comercio electrónico con marcas que conozcas, por ejemplo, una manera muy segura es iniciar comprando un boleto de avión. Entra a una aerolínea conocida y familiarízate de cómo es el proceso”, explica Gabriela Ugarte, gerente senior de marketing de productos para PayPal América Latina.
Una de las recomendaciones de Citizen Advice es no apresurarte a comprar algo apenas lo veas en oferta. Es necesario tomarse su tiempo para investigar a la compañía o a quien está haciendo la transacción y revisar si tiene una dirección registrada o si está suscrito a alguna cámara de comercio o a alguna asociación.
Ahora que estás empezando, prueba con sitios conocidos y después recuerda no enloquecer con las ofertas y dar clics sin pensar.
De cualquier manera, es muy importante revisar que el dominio del sitio inicie con “https”, que es –como sus siglas en inglés lo dicen– un protocolo seguro de transferencia de hipertexto, o sea, de información.
Otra de las medidas que puedes tomar para hacer de tu primera vez una buena experiencia, es la de revisar reseñas sobre el producto y el sitio en el que piensas comprar, porque esta medida junto con el resto harán que tu compra sea más segura. “Si tienes dudas y eres un comprador primerizo, revisa las reseñas y las recomendaciones de otros usuarios, entra a algún sitio donde la gente esté opinando y ahí te puedes dar una muy buena idea si el producto es de calidad o no”, asegura Gabriela.
Otra recomendación que puedes llevar a la práctica es la de acercarte con gente que haya comprado en línea. Pregúntales cómo fue su experiencia, dónde lo hicieron, qué compraron, cuánto se tardaron en la entrega y qué consejos te darían para empezar. Los compradores que lo han hecho, y sobre todo aquellos que son consuetudinarios, tendrán la información más fresca que podrá ser más útil.
En cuanto a la hora de pagar, es posible en algunos casos utilizar tarjeta de débito, pero la recomendación es que uses la de crédito, porque con esta hay más candados y es posible que si tienes una mala experiencia puedas reclamar y se te haga la devolución de tu dinero.
Asimismo, utilizar alguna plataforma de pago es recomendable, ya que te permitirá proteger tus datos personales y evitar que se les pueda dar un mal uso. La recomendación de Citizen Advice es en este sentido: No pagues por transferencia de banco y usa siempre tarjeta de crédito o servicios como PayPal para pagar productos en línea, porque las transferencias de banco pueden ser difíciles de rastrear y muy probablemente no vas a tener tu dinero de vuelta.
“En la medida en la que tú extremes todas las precauciones, incluyendo un método de pago confiable, es muy probable que tengas una buena experiencia”, asegura la especialista.
Aguas con la letra pequeña
Es importante que también revises los detalles, porque como dice el dicho, el diablo puede esconderse ahí. Es decir, asegúrate de que estás de acuerdo con la comisión por entrega y con los días que va a tardar en llegar el producto a tus manos, porque si estás comprando fuera de México, el producto puede tardar incluso meses en cruzar el globo, así que asegúrate de que conoces todos estos detalles antes de dar clic.
Si el sitio donde vas a comprar es mexicano, los precios deben estar expresados en moneda nacional, y en caso de existir cargos adicionales por envío de los productos, estos se deben señalar claramente junto con las condiciones y formas de pago disponibles, señala la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
Estos aspectos realmente preocupan y pueden hacer que una compra en línea se convierta en una mala compra, así que ten cuidado. De acuerdo con el estudio de Direct Marketing Research, entre los obstáculos para una mayor adopción del e-commerce se encuentra el tiempo de entrega del producto (38 % contestó esto) y el miedo de que no llegue (37 %). En el caso de los mayores de 27 años, el miedo mayor es precisamente a que el artículo nunca llegue a sus manos.
“Algunos sitios, si bien son serios, si es algún producto que estás comprando en otro lado del mundo, como Asia, por ejemplo, va a tardar mucho… así que cuidado con las expectativas. Nada más no te desesperes y tendrás una buena compra”, asegura la especialista.