Con la película Blade Runner de 1982, pero ahora en la secuela de este año, Blade Runner 2049, en la cual vuelve a aparecer el primer actor Harrison Ford, pero ahora cediendo el protagonismo a Ryan Gosling. Esta secuela es la obra maestra de Riddley Soctt que ambos actores se presentaron hoy en Madrid y en la que habrá, según aseguraron “misterio y romance”.
El secretismo en torno a la trama de la segunda entrega de “Blade Runner”, dirigida por Denis Villeneuve (Arrival y Sicario), es máximo, hasta el punto de que la distribuidora Sony no ha mostrado la película completa a los periodistas antes de las entrevistas, en contra de lo que es habitual.
Es parte de un plan para preservar al máximo la experiencia al espectador”, explicó Harrison Ford al ser cuestionado sobre cómo ha encontrado a Deckard 35 años después y dijo “lo que ha pasado con él es parte del misterio”, para agregar con su habitual pose irónica “no debo contarlo, podría hacerlo, pero no voy a hacerlo”.
Lo poco que se sabe es que los hechos suceden 30 años después de la primera película, ambientada en 2049. Un nuevo cazador de replicantes (los llamados blade runners), el agente K (Gosling), desentierra un antiguo secreto que podría sumir en el caos lo que queda de la sociedad y es ese descubrimiento lo que le lleva a la búsqueda de Deckard.
El guión es de Hampton Fancher, que adaptó también la película original de la novela de Philip K. Dick, ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, y de Michael Green, y cuenta con nuevos personajes interpretados por la cubana Ana de Armas, Robin Wright y el ganador de un Oscar Jared Leto, que da vida a Niande Wallace, un siniestro creador de replicantes.
Estrenada en 1982, Blade Runner no funcionó en taquilla en su momento pero con el tiempo se convirtió en una película de culto, que se movía entre el cine negro y la ciencia ficción, y planteaba cuestiones adelantadas a su tiempo sobre qué significa ser humano, las clases sociales, la ingeniería genética o el cambio climático.
Todos esos temas están presentes en la nueva y se desarrollan”, aseguró Gosling. “Solo que ahora las cosas están mucho peor, la vida es más dura para todos, y en el caso de mi personaje, el trabajo de los ‘blade runner’ es más aislado, están considerados una especie de parias en la sociedad”.
En ese contexto y midiendo sus palabras, precisó que el agente K “trata por todos los medios de encontrar algún tipo de conexión, de interacción humana”.
Durante la entrevista, que ofrecen conjuntamente, Ford y Gosling dan señales de tener buena química y en algún momento bromean con su diferencia de edad. Gosling tenía dos años cuando se estrenó la película original y Ford 40.
Le gusta bromear sobre los pañales que llevaba y aún sigo llevando, así que no vayamos por ahí”, sostuvo Gosling provocando la risa de su compañero, que le devuelve la pelota: “En todo caso, yo estoy más cerca de llevar pañales que tú”.
Ford concede que el filme mantiene el tono noir y de “pesadilla existencial” que tenía la primera, pero preocupado por la promoción, matizó: “no confundamos terrible con aburrido, no es un paseo por el parque pero hay tensiones, misterio”.
Gosling acudió al rescate: “de alguna forma, como en la original, la pesadilla tiene algo de hermosa y romántica”.
Desde el punto de vista estético, si Ridley Scott —que se ha mantenido como productor ejecutivo del nuevo proyecto— envolvió al espectador con sus atmósferas húmedas y humeantes, oscuras pese a las luces de neón, Villeneuve promete apabullarlo siendo fiel a ese estilo.
Filmada en Hungría, la mayor parte en platós, Blade Runner 2049 llegará a los cines de todo el mundo el próximo 6 de octubre.