Las olimpiadas de Tokio terminaron, y en realidad hubo un sabor amargo respecto al resultado que obtuvieron los atletas mexicanos. No es que fueran deportistas que no se esforzaron para obtener alguna de las medallas en cada una de las competencias, sino a la evidente falta de apoyo por parte los organismos del país; por supuesto que las escuelas están incluidas en la mención. Pero no se hablará sobre las implicaciones políticas o económicas del deporte nacional, esta actividad va más allá de las medallas o reflectores que éste pueda atraer.
No es un secreto que los niños y jóvenes de hoy, realizan menos actividades físicas que antes, y esto se debe a las múltiples distracciones que hay dentro de los hogares; se refiere al internet, videojuegos y televisión.
Los padres de adolescentes ven como la iniciativa es menor para que sus hijos hagan deporte, por lo tanto, las intervenciones que estos hacen, a veces no resultan de todo gratas, en otras palabras, un niño que es obligado a jugar o a hacer alguna actividad física que no es agradable, suele abandonarlo o incluso odiarlo.
Las escuelas tienen un papel esencial en la educación desde temprana edad, y aunque a veces la materia de educación física se sienta como una del montón, es una de las asignaturas que más importancia tiene, ya que promueve el hábito del ejercicio físico. Los maestros de la materia en ocasiones se ocupan de crear equipos de futbol, baloncesto, voleibol, atletismo entre otros; esto genera un amor al deporte, trabajo en equipo, socializan —algo que en la actualidad es fundamental—, disciplina y varios beneficios más.
El deporte no sólo trae beneficios físicos en los estudiantes, sino que le da aptitudes para mejorar en varios aspectos prácticos en la vida cotidiana del alumno. Estas son algunas ventajas:
- Si practican algún deporte, aprenden a seguir reglas y a crear hábitos.
- Socializan y mejoran sus habilidades para relacionarse.
- Aumentan sus habilidades motoras.
- Favorece su desarrollo físico, con el crecimiento de sus huesos y músculos.
- Se pueden corregir algunos defectos físicos.
- Duermen mejor.
- Les aleja del sedentarismo, reduciendo el tiempo que dedican a la televisión y los videojuegos.
- Son más sanos, pues la práctica regular ejercicio físico les aporta los mismos beneficios para el organismo que a los adultos.
Por Carlos A. Rodríguez
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