Por Marisol Rodríguez
Este fin de semana termina el horario de verano y comienza el de invierno, un cambio que altera el reloj interno del cuerpo, básico para la salud.
Lo anterior se debe a que nuestro organismo suele activarse con la luz, así que al levantarte cuando aún está oscuro, crea una sensación de cansancio.
Por otra parte, anochece más temprano y el cuerpo comienza a segregar antes la hormona del sueño, melatonina, que provoca que tengas sueño cuando aún te encuentras activa, ¿te ha pasado?
La sensación es muy similar a la que se experimenta con el llamado jet lag, un trastorno del sueño que ocurre cuando se realizan viajes a lugares que no concuerdan con la hora a la que estás habituada.
En mujeres que se encuentran en la etapa de la menopausia, el cambio puede afectar aún más su estado de ánimo y sueño, ya que experimentan una mayor flutuación hormonal, de acuerdo a la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés.
4 tips para adaptarte al nuevo horario
Evita el cambio drástico
Desde hoy retrasa la hora de acostarte unos quince minutos y levántate más tarde, así será más fácil adaptarte. También puedes aplicar esta regla con los horarios de comida.
Olvídate de las siestas
Nunca compenses el cansancio con siestas y menos si estas no están en tus hábitos diarios, pues lo único que conseguirás será alterar más tu reloj interno.
Aprovecha la luz solar
Entre más se acerca el invierno son menos las horas de luz, cuando tengas la oportunidad sal y disfruta por unos minutos de los rayos del sol.
Ejercítate
No es ningún secreto que el ejercicio activa el cuerpo. Camina, corre o haz tu rutina favorita para llegar en mejor condición al final del día.
- ¡No olvides atrasar una hora tu reloj antes de irte a dormir la noche del sábado 31 de octubre!