La seguridad de un niño es lo primordial para los padres y para complementar esa seguridad es necesario enseñarlos las clases de peligros a las que pueden incurrir, por ejemplo saber nadar, sobre todo en épocas de verano donde los entornos acuáticos son protagonistas.
Las piscinas, los parques acuáticos, la playa, los ríos… Son destinos estivales muy demandados por las familias para poder combatir el calor del verano y así, disfrutar de unos días de descanso remojándose en el agua. Pero es muy importante que los niños además de estar constantemente vigilados por un adulto, tengan nociones o sepan nadar. Pero, ¿desde qué edad pueden los niños aprender a nadar?
Existen clases de natación para bebés y niños pequeños, pero estas clases no están diseñadas para que los niños naden por su cuenta, sino para que los padres y los niños se diviertan juntos, que los pequeños no tengan miedo al agua en los casos que lo tengan, que puedan mantenerse en el agua con seguridad siempre bajo la vigilancia de sus padres y una vez que se consigue esto, entonces y solo entonces se mejorarán las técnicas para nadar correctamente.
Cuando un niño aprende a nadar el riesgo por ahogamiento suele reducirse considerablemente. Este motivo es más que suficiente para poder valorar si apuntar a tu hijo pequeño a clases para que aprenda a nadar.
¿Está tu hijo listo para las clases de natación?
Para contestar a esta pregunta primero deberás contestar a otra: ¿Cuándo aprenden los bebés a nadar? No hay una edad concreta en la que todos los padres lleven a sus hijos a comenzar a nadar, de hecho, dependerá mucho de las capacidades físicas y la maduración del niño o niña. No hay que forzar a los niños pequeños a aprender a nadar si no están preparados para hacerlo.
Los expertos recomiendan apuntar a los niños a clases de natación a partir de los 4 años porque tienen capacidad suficiente para aprender y además pueden estar motivados para hacerlo. Antes de esta edad, lo mejor es ir a clases de natación como entretenimiento y acompañados de los padres. Hay niños menores de 4 años que pueden mostrar señales de estar preparados para aprender a nadar, pero deberá ser un monitor de natación quien lo valore.
Si quieres que tu hijo aprenda a nadar porque parece que está preparado, puedes hablar con tu pediatra para saber si realmente está en una fase de desarrollo tanto físico como emocional apto para aprender a nadar.
Edad para iniciar las clases de natación
La edad no es el único predictor de cuándo tu hijo puede estar listo para nadar. Ten en cuenta que cada niño es un mundo y cada uno tendrá su propio ritmo. Si tu hijo está frecuentemente expuesto al agua, ya sea una piscina o la playa es posible que emocionalmente esté listo antes que aquel niño que no ha tenido la oportunidad de tener mucho contacto con el medio acuático.
Puedes buscar un programa de preparación para la natación que le enseñe los movimientos básicos: cómo flotar o nadas como perritos. Es preferible que te centres clases pequeñas (menos de seis niños por clase) con instructores certificados en RCP, primeros auxilios y seguridad en el agua. Tendrá que haber siempre una fuerte supervisión en el agua (monitor y socorrista) además de que tú también puedas estar presente para poder verlo o estar con tu hijo dentro del agua en el caso que sea necesario.
Los niños menos de 1 año
Los riesgos pueden superar los beneficios. Por ejemplo, un bebé puede tragar con facilidad o demasiada agua, lo que podría conducir a intoxicación por agua o tener problemas para adaptarse a las bajas temperaturas en la piscina y, en casos excepcionales, experimentar hipotermia. Los niños menores de un año es mejor que no acudan a clases de natación ni siquiera con sus padres.
Los niños de 1 a 4 años
Puedes buscar programas para niños y padres de familia (en centros comunitarios locales y piscinas) que tengan clases de natación flexibles y los monitores estén capacitados. Nunca permitas que tu hijo meta la cabeza debajo del agua siendo tan pequeño.
A partir de 4 años
Para nadadores de 4 y 5 años (y más) que ya están acostumbrados al agua, puede probar programas que ofrecen clases para niños con y sin padres. Trata de encontrar uno que se centre en el comportamiento seguro de la piscina, así como aprender a nadar con brazos y piernas. Considera las clases que duran hasta 30 minutos durante un período de 8 a 10 semanas para que los niños puedan adquirir las habilidades fundamentales. Los cursos intensivos de 6 semanas también son una buena opción.