¿Alguna vez te has preguntado por qué te es tan difícil encontrar el amor? Quizá te tranquilice saber que no eres el único ni es una situación inusual. Si bien las razones por las que no encuentras el amor pueden ser muchas y muy variadas, el psicólogo Juan Carlos Legorreta te presenta algunas de las más comunes.
Buscar a la persona perfecta
Si de verdad estás esperando a la persona que cumpla con el 100 % de tus expectativas, no haces sino reducir tus probabilidades a casi 0 %. Lo que más te conviene no es buscar a alguien perfecto, sino a alguien adecuado que te ame, a quien ames y que ambos estén dispuestos a compartir su vida juntos, aun sabiendo que en el camino habrá muchas cosas por descubrir y diferencias por conocer.
Claro, eso no quiere decir que no tengas ciertos gustos y estándares en la búsqueda, pero pregúntate qué cosas son negociables para ti (por ejemplo, que no le guste el helado) y qué cosas no lo son (por ejemplo, que beba demasiado).
Baja autoestima
Cuando consideras que no eres suficiente para despertar ya no el amor, sino al menos el interés de alguien, te sientes en total desventaja. Esto se ve reflejado no solo en tu actitud ante la vida, sino que impacta directamente tus posibilidades de relacionarte con alguien.
Te pasas la vida entre pensamientos catastróficos, negativos y de rechazo del tipo “¿quién se va a fijar en mí?”, “seguro si le saludo ni me contesta” o “¿para qué lo intento si ya sé cómo va a acabar esto?”.
La realidad es que caes en la llamada “profecía autocumplida”. Cuando aseguras que nadie se fijará en ti e inconscientemente haces de todo para alejar a quien pueda estar interesado. Atiende tu autoestima con un profesional de salud mental calificado.
Idealización
Nada puede contra la fantasía. Quizá estás buscando pareja comparando a tus candidatos con un ex de la secundaria o incluso con tu madre o tu padre, al menos de manera inconsciente.
Cuando tenemos idealizada a una persona es difícil que alguien llegue a su altura. Y no porque realmente la tenga, sino porque allí la hemos puesto al atribuirle cualidades que no tiene.
La memoria es capaz de distorsionar no solo nuestra percepción, sino nuestros recuerdos, así que piensas que nadie nunca te quiso como aquella novia de antaño, o que nunca estarás con ninguno tan guapo como ese novio del pasado.
Aun pensando que eso fuera cierto, ellos ya no están en tu vida y seguro es por alguna buena razón. De hecho, si te volvieras a topar con ellos, seguramente han cambiado o te lleves una sorpresa al comparar la realidad con tus fantasías.
Los lugares donde buscas
Dicen que “matrimonio y mortaja del cielo baja”, pero es más probable que encuentres mortajas en una funeraria que el amor.
No es imposible enamorarse de alguien en los momentos y lugares más inesperados, pero piensa que los milagros no son tan frecuentes, así que pregúntate dónde has estado buscando pareja.
Si te la pasas en la semana de la casa al trabajo y viceversa y los fines de semana no socializas tanto, es poco probable que ahora mismo suene el timbre de tu puerta y al abrirla descubras que es el amor quien llama.
Hay quien busca en bares, fiestas y hasta en relaciones de sexo casual a la persona indicada. Esto no es malo, por supuesto, pero obtienes un poco de lo que buscas en cada lugar.
Diversifica tus posibilidades socializando más, conversando con personas distintas inicialmente con fines de amistad, y de ahí partes para ver si se da algo más. Si buscas ayudas tecnológicas, asegúrate que los sitios online que visites estén enfocados al tipo de relación que buscas.
Los hay de todo tipo, pero cada uno con resultados distintos. Si eres soltero o soltera buscando pareja estable, no pierdas el tiempo en sitios de relaciones basadas solo en el sexo o en redes sociales sin ningún tipo de filtro entre sus usuarios.
Recuerda que una de las mejores formas de encontrar una pareja adecuada es preguntarte cuáles son las cinco cosas que más admiras de ti mismo y luego usar esa pequeña lista como una brújula que te lleve a encontrar por fin el amor que tanto buscas.