Por Weekend
La distensión o inflamación abdominal con frecuencia es provocada por comer en exceso más que por una enfermedad grave.
Pero no combatirla a través de una dieta balanceada o ejercicio, puede llevar a consecuencias más severas y convertirse en un problema crónico.
Una dieta rica en grasas, intolerancia a la lactosa y el estrés, así como una vida sedentaria y beber poca agua, son las principales causas de la inflamación abdominal.
Sus consecuencias
Cuando se presenta de forma aguda y crónica, sus principales secuelas son:
- Síndrome del intestino irritable
Se caracteriza por la inflamación del sistema digestivo, que implica irritación y dolor en el estómago, el intestino delgado, el intestino grueso y el recto. - Colitis ulcerosa
Es una enfermedad inflamatoria del intestino grueso, o colon, en la que el revestimiento interior (mucosa) del intestino se inflama hasta que se generan úlceras (heridas abiertas y dolorosas). - Enfermedad de Crohn
Provoca una inflamación que se extiende más profundamente dentro de las capas de la pared intestinal y, por lo general, compromete toda la pared, además de afectar tanto al intestino grueso, como al delgado. - Estreñimiento
Cuando la inflamación dura más de tres semanas se trastorna el funcionamiento del aparato digestivo, lo que genera un deficiente eliminación de desechos y estreñimiento agudo. - Pancreatitis
Esta enfermedad inflamatoria del páncreas se presenta con un cuadro de máximo dolor abdominal similar al de una perforación o una peritonitis, que se acompaña de náuseas, vómitos, fiebre e importante malestar general.
¿Cómo aliviarla?
Además de tener una alimentación balanceada, para aliviar la inflamación abdominal los especialistas recomiendan evitar las comidas ricas en grasas y carbohidratos, moderarse en el consumo de cafeína y bebidas alcohólicas, así como realizar al menos 30 minutos de ejercicio todos los días.