Para muchas personas la historia de los Reyes Magos es una linda anécdota, sin embargo, la narración de este pasaje bíblico se encuentra en el nuevo testamento. Aunque se sabe poco sobre estos personajes, ya que a ciencia cierta se desconoce cuántos eran y de dónde llegaron, el evangelio de Mateo realiza una breve explicación.
Lo que dice el evangelio
Nacido Jesús en Belén de Judá en los días del rey Herodes, llegaron del Oriente a Jerusalén unos magos diciendo: “¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer?” Y al entrar en la casa vieron al niño con su madre, María, y postrándose lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra.
El trayecto
La tradición cuenta que vinieron de Oriente en número de tres, que iban guiándose por una estrella que les condujo hasta Belén. Allí buscaron al niño Jesús recién nacido y le adoraron, ofreciendo oro (presente conferido a los reyes), incienso (empleado en el culto en los altares de Dios) y mirra (un compuesto embalsamador para los muertos). Antes de llegar, en la ciudad de Jerusalén encontraron al gobernador Herodes el Grande, quien astutamente les conminó a que, de regreso, hablaran con él para darle noticia del sitio exacto donde se encontraba dicho niño, para poder ir él también a adorarle. (En realidad lo que quería era darle muerte, por eso ordenó la matanza de los inocentes). Entonces un ángel se apareció a los Reyes Magos y les advirtió del peligro que correría Jesús si ellos obedecían el deseo de Herodes. Así pues, no volvieron por el mismo sitio.
Los Sabios de Oriente
Parece ser que por el hecho de que el relato evangélico indicara que trajeron tres dones (oro, incienso y mirra), se dio por sentado que eran tres los personajes que los traían. Aunque también en algún momento las distintas tradiciones han señalado que eran dos, cuatro, siete y hasta doce. Poco a poco la tradición ha ido añadiendo otros detalles a modo de simbología: se les ha hecho representantes de las tres razas conocidas en la antigüedad y representantes de las tres edades del hombre.
Melchor, Gaspar y Baltasar
La primera vez que surge el nombre con que hoy conocemos a los Reyes Magos es en la iglesia de San Apolinar Nuovo en Rávena, Italia. Hay una imagen que está decorada con mosaicos de mediados del siglo VI, que representan la procesión de las vírgenes, y conducida por tres personajes vestidos a la moda persa, y encima de sus cabezas se pueden leer tres nombres, de derecha a izquierda: Melchor, Gaspar y Baltasar. A partir de ese relato, tanto la Iglesia Católica como los fieles han ido elaborando una historia sobre los hechos y la personalidad de estas tres figuras.
La popular rosca de Reyes
La historia de la rosca tiene su origen en Francia en el reinado de Luis XV, y una de las cosas que llaman la atención es que, aunque han pasado seis siglos, los ingredientes prácticamente son los mismos. El pasaje histórico dice que en una ocasión el rey invitó a unos monarcas a cenar, razón por la que decidió ordenar a su cocinero que creara un postre especial. Así nació este sabroso pan que por vía de los españoles llegó a América. Otro registro especifica que el pan que hoy comemos se acostumbraba en celebraciones de invierno en Palestina y Medio Oriente, incluso en Grecia, donde se vinculaba con el dios Saturno.
Muñeco o niño Dios
“De acuerdo con los investigadores franceses Beauviala y Vielfaure, la costumbre de esconder un objeto en los panes se dio en el siglo XI, en la población de Besançon, a 387 kilómetros al sureste de París, cuando los canónicos del lugar acostumbraban echar la suerte de su futuro al esconder en un pan una pequeña pieza de plata; esta costumbre fue adoptada por otros sectores religiosos”, menciona el sitio especializado Gastro nómadas. Tiempo después la población comenzó a popularizar este pan, y la pieza en su interior de plata u oro según las posibilidades de la familia; el sector más humilde utilizaba un haba.
La rosca en México
En la actualidad el muñequito es simbólico y el significado es el nacimiento de Jesús, por eso se considera al niño Dios aquella pieza que se esconde en el interior. Aunque la rosca en un inicio era redonda, ahora oval, se piensa que es una representación del cielo.
Ingredientes
El principal era el acitrón, que desde hace muchos años ya no se considera debido a que prácticamente desaparecerá (proviene de la biznaga, una planta endémica del centro y sur de México) y el ate, aunque hoy en día muchas personas lo sustituyen de manera elegante; puede decorarse de igual forma con azúcar, higos y algunas veces con cerezas.
Fuente:
gastronomadasmx.com
viamexico.mx/rosca-de-reyes/
