21 noviembre, 2024

No es tan fácil mantener la casa perfectamente limpia y muchas de las veces las prisas por terminar nos acostumbran a hábitos que en vez de ayudar nos perjudican en el hogar.

Recopilamos 10 errores que a menudo cometemos cuando limpiamos la casa y la forma de evitar que se repitan.

Error 1: exagerar con la cantidad de producto

La cantidad de producto que usamos para limpiar los suelos, las superficies o los muebles es mucho más importante de lo que creemos. Y es que tendemos a pensar que cuanto más producto echemos, mejor estamos limpiando. Pues nada que ver: es importante ser comedidos a la hora de echar producto sobre las superficies, de exagerar con el uso del friegasuelos… Porque al final podemos estar ensuciando más que limpiando. Fíjate en la etiqueta del producto, porque es probable que tengas indicaciones.

Error 2: no limpiar/cambiar los trapos con regularidad

A veces pasamos meses y meses limpiando las superficies de la cocina o de cualquier otra zona de la casa con el mismo trapo. Y eso no es para nada recomendable. Te damos dos consejos a este respecto: el primero de ellos es que las limpies con regularidad, después de cada uso con agua caliente y una vez a la semana en la lavadora. Y el segundo es que las tires y las sustituyas por otras nuevas cada dos o tres meses como mucho. Evitarás la propagación de suciedad, gérmenes, bacterias, malos olores…

Error 3: spray directamente sobre las superficies

Seamos sinceros: la mayoría de nosotros rocía el limpiador directamente sobre la superficie sucia. Pero esa no es la manera más adecuada de hacer las cosas, aunque tampoco sea uno de esos “errores garrafales”. La forma correcta de proceder para evitar dañar los revestimientos – especialmente de acero, vidrio y madera – es rociar una pequeña cantidad en una esponja o un paño de microfibra suave. De esta manera haremos menos daño a la superficie que estamos limpiando, ¿lo sabías?

Error 4: no limpiar con regularidad la escobilla y el depósito

A menudo, después de cada uso, se tiende a poner la escobilla de baño directamente en su envase, en su depósito, sin lavar. En su lugar, sería una buena idea limpiarlo con agua limpia y producto desinfectante para después dejar secar durante al menos 5 minutos antes de guardarla. De esta manera evitamos la creación de un ambiente ideal para la proliferación de gérmenes. También el depósito de la escobilla es importante vaciarlo y fregarlo todas las semanas, echándole desinfectante.

Error 5: limpiar demasiado rápido

Llevar a cabo una limpieza demasiado rápida a menudo significa realizarla superficialmente y con poca atención a la higiene más profunda. Esto nos sirve para la limpieza del día a día, para quitar la suciedad y el polvo más evidentes. Pero la realidad es que al menos una vez por semana debemos hacer una limpieza algo más concienzuda: por debajo de los sofás, aspirando las alfombras, fregando el suelo, limpiando los cristales… La limpieza rápida está bien, pero no como única forma de hacerlo.

Error 6: no leer las indicaciones de los productos

Es importante conocer el uso correcto del producto antes de su uso, como te decíamos en uno de los primeros consejos en los que nos referíamos a las cantidades. En cambio, la mayoría de nosotros no dedicamos ni un minuto a seguir las indicaciones o precauciones que aparecen en el envase, usándolo “a ojo”, simplemente como creemos que debemos hacerlo sin ningún tipo de recomendación. ¿El riesgo que corremos? El de estropear las superficies de diferentes muebles, suelos o paredes en cuestión.

Error 7: limpiar las ventanas en días de demasiado sol y calor

Los días soleados son a menudo un buen momento para dedicar a la limpieza de la casa. Tal vez porque la luz resalta un poco más las manchas y polvo, y vemos algo mejor donde tenemos que hacer más hincapié. En cuanto a las ventanas, te damos como consejo que las limpies durante un día nublado. ¿Por qué? Porque con el sol, el agua con el limpiador o detergente se seca muy rápidamente, dejando unas molestas rayitas que hacen que parezca que el cristal está todavía más sucio de lo que estaba antes.

Error 8: limpiar siguiendo líneas rectas

Limpiar una superficie siguiendo líneas rectas, digamos, horizontales, lo único que hace es mover la suciedad y el polvo de un lado para otro. Es decir, que no acabamos de recogerla y deshacernos de ella del todo. Te recomendamos que las limpies formando una S o una Z, en zig zag, de tal forma que la superficie quedará mucho más limpia al no arrastrar la suciedad simplemente de un lado para otro. Puede parecer una tontería, incluso algo que no surte demasiado efecto… pero te invitamos a que lo compruebes.

Error 9: no vaciar la aspiradora después de su uso

A todos nos ha sucedido alguna vez que, al pasar la aspiradora, nos damos cuenta de que no atrapa demasiado bien las migas o el polvo que queremos atrapar. ¿Has pensado que quizás la bolsa esté llena o el filtro sucio? Muchas aspiradoras de hoy en día no llevan bolsa, si no un depósito que se vacía. Te recomendamos que lo hagas después de cada uso para evitar que los pelos, polvo y demás suciedad, atasquen el filtro con el paso del tiempo. En cuanto a la bolsa tradicional, no la fuerces demasiado a estar llena…

Error 10: echar productos de limpieza sobre la electrónica

Por último, este consejo puede parecer un poco obvio, pero también es cierto que sigue habiendo muchísima gente que comete este error cada día en la limpieza de su hogar. No es para nada aconsejable echar productos de limpieza directamente sobre los aparatos electrónicos, mojándolos. Con un trapo seco o como mucho, un poco humedecido con limpiador, pásalo sobre las superficies de estos elementos para una limpieza a fondo a la par que los mantienes en un perfecto estado de conservación.

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