La actriz Daniela Vega, el director Sebastián Lelio y otros miembros de la producción de Una mujer fantástica fueron festejados el martes por la presidenta Michelle Bachelet y el ministro de Cultura de Chile, Ernesto Ottone, en un acto en el palacio de gobierno de La Moneda.
La cinta que obtuvo un Oscar el domingo (y muestra las problemáticas por las que atraviesa una persona transgénero) remeció al país nuevamente por la falta de legislación sobre identidad de género y logró que el proyecto que apoya Bachelet avanzara el martes un paso más para convertirse en ley.
Ante del encuentro se tomaron algunas fotografías, Lelio mostró el premio ante las cámaras y Vega lucía elegante con un vestido naranja, mientras sus acompañantes saludaban a la entrada del palacio, después de lo cual se dirigieron a un salón del segundo piso de La Moneda para ser recibidos por Bachelet.
Al término de una prolongada reunión, Lelio dijo a la prensa que con la mandataria hablaron sobre “la urgencia de tener una ley de identidad de género, entre otras cosas”.
Sobre la repercusión de su cinta, aseguró que “uno no dice ‘ah voy a hacer una película que sea capaz de impulsar una ley’. No se opera de esa manera, pero cuando ocurre, uno lo atestigua con mucha sorpresa, mucha admiración”.
Asimismo, calificó la presencia de Vega (quien es transgénero) en la cinta como fundamental: “Daniela ha sido la gran embajadora entre la película y la realidad”.
Una mujer fantástica figuraba entre las cinco mejores en lengua extranjera y ante la posibilidad de ser premiada, Vega tuvo que viajar a Estados Unidos con un pasaporte que tiene registrado nombre de hombre y sexo masculino.
Andrés Zarhi, alcalde de la comuna de clase media de Ñuñoa, quiso premiar a Vega declarándola “hija ilustre”, pero no pudo porque la actriz no nació allí. Luego pensó declararla “vecina ilustre”, pero tampoco pudo pues Vega no tiene papeles que la identifiquen como mujer. Por ello, creó el inédito Premio a Cultura y las Artes, que fue criticado por algunas personas. La distinción será entregada la próxima semana.
El revuelo causado por el filme y la urgencia puesta por el gobierno para avanzar en el proceso para legislar sobre el tema en la víspera logró que el martes el proyecto fuera nuevamente votado por el Senado, que volvió a rechazar un párrafo que concierne a los menores de edad. Por ello, el proyecto ahora pasó a una comisión mixta que tratará de resolver las diferencias entre ambas cámaras para luego ser votada otra vez por senadores y diputados.
Lo votación ocurrirá bajo el nuevo gobierno del empresario derechista Sebastián Piñera, que el domingo sucederá a Bachelet en la presidencia.
Si el proyecto fuera aprobado tal y como está actualmente, los transgéneros adultos podrían acudir al Registro Civil para pedir que sus documentos (pasaporte, cédula de identidad y carnet de conducir, entre otros) contengan el nombre y sexo al que sienten pertenecer.
La vocera de gobierno, ministra Paula Narváez, valoró en el Congreso la capacidad de la película de instalar en el debate público la problemática de los transgéneros.
Lelio dijo el domingo tras recibir el Oscar que Una mujer fantástica es una cinta que “ha logrado contribuir a una conversación necesaria y urgente. Creo que no hay tal cosa como personas ilegítimas”.
Por su parte, el diputado oficialista Matías Walker opinó que “la película ha logrado que muchos chilenos y también parlamentarios que habían rechazo este proyecto hayan tomado conciencia de lo que es el problema en nuestro país y por lo tanto creemos que todos los parlamentarios que han aplaudido este gran premio a la industria cinematográfica puedan obrar en consecuencia”.
El Oscar en la categoría Mejor Película de Lengua Extrajera fue el primero obtenido por Chile. En 2016 recibió otra estatuilla al Mejor Cortometraje con Historia de un oso.
Una mujer fantástica cuenta la relación amorosa entre una joven trans y un hombre mayor cuya muerte ocasiona malos tratos hacia la joven de parte de sus familiares y de la policía.