Por Marisol Rodríguez
El mar y Maya Gabeira se vuelven uno mismo cada vez que entra en él con su tabla de surf. La brasileña lo demostró así al obtener el récord Guinness por surfear la ola más alta del año con 22.4 metros de altura.
Esta hazaña, realizada en la playa portuguesa de Nazaré, también le ha dado el crédito de registrar la ola más alta montada por una mujer en la historia.
“Nunca se sabe realmente qué tan perfecta será la ola hasta que empiezas a navegarla y, al final, esa es la magia del surf… es lindo tener récords, pero como surfista, lo que en verdad quieres que recuerden de ti es que amabas el mar”, ha declarado.
El día de la hazaña
El 11 de febrero, como en cada invierno, la multitud se reunió en los acantilados de Nazaré, puerto pesquero ubicado al norte de Lisboa, para presenciar el accionar de los surfistas inscritos en el Nazaré Tow Surfing Challenge.
Entre ellos, estaba la deportista de 33 años, siendo la única mujer en esta competencia para hombres.
La brasileña tomó la soga del remolque cuando su conductor, el alemán Sebastian Steudtner aceleró a 80 kilómetros por hora, dejándola al borde de una cresta enorme por la que descendió a gran velocidad.
Para Gabeira el impacto de la ola en su cuerpo fue como una explosión, nunca había sentido esa energía ni escuchado un ruido así.
El reconocimiento a su proeza se hizo público el pasado mes de septiembre, después de que un equipo privado de ingenieros de olas y científicos del Instituto de Oceanografía Scripps y el Departamento de Ingeniería Mecánica y Aeroespacial de la Universidad del Sur de California constataran la altura de la ola.
Su amor por el surf
Gabeira se enamoró del surf cuando lo conoció en las playas de Ipanema, en aquel entonces apenas tenía 14 años; su conexión fue tan fuerte que al siguiente año decidió mudarse a Queensland en Australia, el pretexto fue ser estudiante de intercambio pero la realidad era que quería estar cerca de las playas donde se realizaban las competencias profesionales.
A los 17, se instaló en Hawaii y para el 2006 comenzó a escribir su historia en este deporte.
Nazaré y su documental
En el 2013, la joven surfeaba en Nazaré, el hogar de las olas más grandes del mundo. Ahí, donde este año celebró su récord, en aquel tiempo estuvo a punto de morir.
En plena competencia, la brasileña fue arrasada por una ola de 15 metros que la llevó al fondo del mar por algunos minutos y apenas con un poco de conciencia, pudo sostener la cuerda del remolque que la llevó a la orilla.
Las maniobras de reanimación cardiopulmonar le salvaron la vida; después, tuvo que pasar cuatro años recuperándose de una fractura del peroné y una hernia en un disco de la parte baja de la espalda que la llevó al quirófano en tres ocasiones.
Aquel terrible accidente se plasma en su documental ‘De regreso a Nazaré’ y también relata cómo superó los obstáculos físicos y mentales para volver a surfear en aquellas olas.
Barbie
La surfista fue reconocida en el 60 aniversario de Barbie como un ejemplo a seguir para las niñas.
La muñeca de la brasileña luce un traje rosa y se acompaña de una tabla de surf del mismo color.
Dicho reconocimiento se debe a sus logros y a su lucha por el derecho de las mujeres a tener su propio récord mundial en el surf de olas grandes, el cual ya consiguió en este 2020.