Por Marisol Rodríguez/ Fotos: Internet
Frases con uso excesivo del sarcasmo, la ironía y palabras que denigren, humillen o formen un concepto erróneo, deben evitarse al hablar con los hijos.
La psicóloga Érika Grajeda Manríquez explica que al utilizarlas “podemos causar daños irreparables hacia su autoestima, su auto concepto y la forma en la que se perciben en el entorno”.
Ejemplo de ello son frases como “eres un tonto”, “no sabes hacer nada”, “por qué no eres como tu hermano” o “serías bonita si no fueras tan gordita”, las cuales podrían no impactarlos de inmediato, pero sí quedarse almacenadas en su cabeza y entre más seguido las escuchen, más insultantes y humillantes serán.
“Una persona de 30 años expuesta a las anteriores frases podría considerarse a sí misma con baja autoestima, miedo para crear vínculos, depresiva o con trastornos alimenticios, y nunca relacionar cómo es que llegó a ser así”, menciona la experta.
Por ello se debe ser especialmente cuidadoso con las frases que se utilizan con los hijos, ya que gran parte de estas serán las bases y fundamentos de su personalidad adulta.
Evita frases que…
Critiquen su aspecto físico
“Eres muy gordita/o” o “no te da vergüenza verte así”, son frases detonantes para problemas futuros de autoestima y preocupación excesiva por la apariencia.
Lo humillen frente a las personas
“Mi hijo/a salió muy burro/a” o “debería aprender de su hermano/a” son ejemplos del porqué podría tener una personalidad agresiva y rebelde en un futuro, ya que los niños internalizan el hecho de que sus padres y los familiares lo perciben como alguien inferior e indeseable y tratarán de comportarse de acuerdo a esa imagen.
Le den roles negativos de género
“Recoge porque tú eres la mujer” y “no llores así, eres una niña, te voy a tratar como una niña” son frases que los educan sobre cuáles son sus roles dentro de la sociedad; no minimices a tus hijas enseñándoles que están en desventaja por su sexo ni tampoco le hagas creer a los niños que ser mujer es algo negativo. A la larga, esto se internaliza y los convertirá a ellos en hombres machistas, agresivos y posesivos, y a ellas en mujeres dependientes.
Incluyan groserías e insultos
Si están cargadas de estos solo servirán para dar un repertorio mental a los hijos de cómo son percibidos; si son constantes, cada vez que piensen en ellos inevitablemente vendrán esas palabras a su mente y esto se traduce en adultos reprimidos, agresivos, con bajo rendimiento escolar y sentimientos de incapacidad.
Tips para erradicar el lenguaje dañino hacia tus hijos
• Educa no humillando, sino enseñando
• No ataques la personalidad de tu hijo/a
• Evitar criticar los rasgos de su carácter
• Enfócate en solucionar la situación del momento
• Criticar es doloroso, acompaña a tus hijos en los conflictos con prudencia y amor
Fuente: Psicóloga Érika Grajeda Manríquez
Tel. (656)437-9064