Por Marisol Rodríguez
Desde las lentejas que prometen prosperidad hasta las uvas que sellan deseos a medianoche, en la gastronomía de Año Nuevo existen tradiciones que, además de hacer feliz al paladar, atraen la buena suerte.
Este 31 de diciembre, cocina con intención y permite que cada bocado y brindis se conviertan en pequeños rituales llenos de alegría, esperanza y buenos deseos para los próximos 12 meses.
¡Que no falten en tu mesa!
Champagne, celebra la vida
Sus burbujas representan alegría, éxito y celebración. El brindis a medianoche es un acto de gratitud por el año que se va y da la bienvenida al que llega. Antes de brindar, no olvides hacer un pequeño agradecimiento.
Uvas, un deseo por cada mes
Al ritmo de las campanadas, es tradición comer 12 uvas, las cuales simbolizan un deseo para cada mes del año que inicia.
Frutas redondas, multiplican la fortuna
Las manzanas, mandarinas, naranjas, ciruelas y granadas son símbolo de fertilidad, salud y abundancia; puedes ponerlas en un centro de mesa para atraer la energía positiva.
Miel, un año dulce
Presente en un té o postre, endulza el primer día del año para atraer momentos dulces, relaciones cálidas y experiencias llenas de bienestar.
Frutos secos, sinónimo de salud y sabiduría
Las nueces, almendras, pistaches y avellanas representan la salud, longevidad y buena fortuna. Inclúyelos en tu cena como un snack para compartir.
Lentejas, símbolo de prosperidad
Su forma redonda es asociada con monedas, por lo que representan riqueza y prosperidad financiera. Se dice que comerlas en los primeros minutos del año o incluirlas en la cena da paso a la abundancia.
Arroz, abundancia que crece
Es un acompañamiento sencillo pero con mucho significado. Simboliza la fertilidad, prosperidad y crecimiento continuo.
Carnes y pescados, avance y buena fortuna
Servir cerdo en platos como la pierna al horno, lomo relleno o cochinita pibil es sinónimo de progreso; si eliges pescado como el salmón o bacalao, este representa crecimiento y nuevos proyectos.
