Por Marisol Rodríguez /Fotos: Internet

A nivel mundial, cada año se quitan la vida 800 mil personas. En México, el número de suicidios supera los seis mil casos y en la última década se ha detectado un incremento en edades tempranas, entre los 10 y 17 años en adelante.

En el marco del Día Mundial para la Prevención del Suicidio, a conmemorarse el 10 de septiembre, platicamos sobre el tema con la psicóloga y maestra en comunicación Betsabé Ruizesparza Flores, quien también cuenta con un diplomado en suicidología.

“Es un problema real que por lo regular es muy silencioso, es el ‘elefante en la habitación’ -que no queremos ver porque hay otras prioridades-, este comportamiento tiene una ruta en específico: ideación suicida pasiva, contemplación activa del suicidio, planeación y preparación, intento suicida y suicidio consumado”, expresa.

Principales motivos que los llevan a tomar esta decisión

• Bullying (acoso escolar)
• Trastornos del estado del ánimo, por ejemplo, la depresión
• Ansiedad
• Problemas intrafamiliares
• Retos entre adolescentes que se encuentran en línea
• Pérdida de seres queridos
• Abuso físico o sexual

Identifica las señales

• Autolesiones
• Hablar constantemente de la muerte
• Expresar frases como ‘qué sería si muriera’ (aunque lo hagan en broma)
• Aislamiento social
• Comienzan a deshacerse de cosas
• Pérdida de interés en actividades
• Alto consumo de alcohol y drogas
• Acumular fármacos
• Provocar situaciones de riesgo innecesarias

Cómo prevenirlo

La especialista comenta que es vital “siempre mantener un diálogo con las personas de riesgo y tratar de interesarse en las actividades diarias de los niños o adolescentes con el fin de identificar su estado de ánimo y pensamientos”.

Otra opción es acudir a psicoterapia e incluso, a una evaluación psiquiátrica si se ha desarrollado un trastorno y evitar amistades que puedan influenciar al pequeño a realizar conductas suicidas.

Habla abiertamente con tus hijos

En 2017 Netflix estrenó la serie ’13 Reasons Why’, basada en el libro homónimo de Jay Asher y causó gran polémica por abordar explícitamente el suicidio de la adolescente Hanna Baker.

Pero este es un tema que no debería ser un tabú entre padres e hijos, incluso si éstos últimos nunca han manifestado conductas suicidas.

Al hablar abiertamente de él y de sus consecuencias familiares y sociales, la psicóloga señala que se abrirá el diálogo y la confianza para que éstos expresen por completo sus emociones.

De esta forma, mamá y papá o quien se encuentre a su alrededor, podrá identificar cómo es su salud mental y no pasar de largo las señales de un posible suicidio como si solo quisieran ‘llamar la atención’.

Para más información visita http://www.suicidologia.com.mx

Fuente: M.C. Betsabé Ruizesparza Flores /betsabe_ruizesparza@icloud.com