25 abril, 2024

Por Marisol Rodríguez

Caracterizado por su aroma y sabor inigualable, el pan de muerto es uno de los manjares de la temporada.
Su origen se remonta a la época prehispánica y a la llegada de los españoles en 1519 a México, anteriormente llamado Nueva España.
En aquel tiempo eran comunes los sacrificios humanos, entre ellos ofrecer el corazón de una princesa en honor a los dioses Izcoxauhqui, Cuetzaltzin o Huehuetéotl pero este ritual fue rechazado por los segundos.
Fue así como inició la elaboración del pan de muerto, a base de harina de trigo en una forma similar a la de un corazón, bañado con azúcar y pintado de rojo; una forma pintoresca de representar a la muerte.
Se dice también que, en Mesoamérica se preparaba un pan de amaranto molido que era mezclado con la sangre de los sacrificios y era ofrecido a los dioses.
Significado
Cada parte del pan de muerto tiene un significado especial, su forma circular representa el ciclo de la vida y la muerte.
En la parte superior central destaca un pequeño círculo que representa el cráneo y las cuatro tiras realzadas en forma de cruz hacen alusión a los huesos.
Además de simbolizar los cuatro puntos cardinales consagrados a los diversos dioses: Quetzalcóatl, Tláloc, Tezcatlipoca y Xipe Tútec.
Algunos utilizan la esencia de azahar que evoca el recuerdo de los ya fallecidos.

Variedades

El más tradicional es el pan espolvoreado con azúcar pero a lo largo del país existen otras variedades, por ejemplo en Puebla se prepara con semillas de ajonjolí.
Para la región de la mixteca poblana se elabora con forma humana y es espolvoreado con azúcar blanca si es para los niños y roja para los adultos.
Los michoacanos utilizan el llamado pan de hule, de color moreno brilloso y forma redonda; en Oaxaca, al pan de yema se le incrusta una figura de alfeñique, la cual representa al ánima a quien está dedicado.
Mientras que, en la Ciudad de México, además del tradicional azucarado, se puede conseguir relleno de chocolate, espolvoreado con azúcar roja, un toque de naranja o nuez.
En Yucatán suelen rellenarlo de queso crema y en Morelos lleva una forma humana con los brazos cruzados y espolvoreado de azúcar roja.
Este 2 de noviembre no puede faltar en tu mesa.

¿Sabías que…?
Desde el 2003 la Unesco declaró el Día de Muertos como Patrimonio de la Humanidad.

¡Prepáralo en casa!

Ingredientes

  • 500 gramos de harina de trigo
  • 150 gramos de azúcar
  • 1 cucharadita de sal
  • 1 cucharada de levadura instantánea
  • 3 huevos
  • 1 cucharadita de esencia de azahar
  • Ralladura de un limón
  • 150 mililitros de agua de cempasúchil: calentarla y al hervor agregar los pétalos de dos botones de la flor (Si no se dispone de esta se puede agregar solo agua o leche en la misma proporción).
  • 250 gramos de mantequilla
  • 1/3 taza de mantequilla fundida para el acabado
  • 200 gramos de azúcar para espolvorear

Preparación

  • 1. En un tazón mezclar harina, azúcar, sal y levadura. Vacía sobre una mesa y forma una cavidad al centro.
  • 2.Agrega los huevos mezclados con la esencia de azahar y la ralladura de limón al centro de la fuente y comienza a amasar.
  • 3. Conforme se va formando una masa pegajosa, agrega la leche (o el agua de cempasúchil) poco a poco mientras se amasa enérgicamente. Necesitarás aproximadamente 20 minutos para lograr una masa elástica de apariencia homogénea.
  • 4. A continuación se incorpora a la masa la mantequilla a temperatura ambiente cortada en pequeños cubos. Continúa amasando hasta que la masa despegue de la mesa.
  • 5. Coloca la masa en un tazón y ferméntala colocándola en un lugar cálido y húmedo por espacio de una hora o hasta que doble su tamaño.
  • 6. Corta la masa en proporciones del tamaño de un puño o el equivalente a 85 gramos para panes de mesa.
  • 7. Toma una porción y comienza a bolear sujetando con una mano la masa y girando con firmeza a modo de obtener una pieza redondeada. Coloca la pieza sobre una placa para hornear ligeramente enharinada y con la palma de la mano golpéala para aplanarla.
  • 8. Corta dos porciones pequeñas de masa y ruédalas con la mano y los dedos entreabiertos para formar las “canillas” y colócalas sobre el pan en forma cruzada.
  • 9. Para terminar de formar los panes, toma una pequeña porción de masa y dale forma de canica. Esta pieza representa el “cráneo” y se coloca al centro.
  • 10. Deja reposar los panes nuevamente en un lugar cálido y húmedo por espacio de 30 minutos para que adquieran su tamaño final.
  • 11. Precalienta el horno durante 15 minutos y hornea a 200°C hasta que los panes adquieran un color dorado.
  • 12. Al salir del horno, barnízalos con mantequilla fundida y espolvorea con suficiente azúcar.

Acompáñalo con una taza de…

Chocolate
Es una de las bebidas más antiguas y deliciosas que existen, sírvela bien caliente y será el complemento perfecto para comer tu pan.

Café
Su sabor, aroma y la calidez que brinda desde el primer sorbo con combinación con este pan será suculenta.

Atole de sabores
Experimenta con sabores como la guayaba o cajeta, o si lo prefieres también va perfecto con los clásicos vainilla, chocolate o fresa.

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