Por Marisol Rodríguez / Fotos: Internet
El verde está en todas partes y se impone como el color favorito de la temporada primavera-verano. En la decoración, este se asocia con la naturaleza, ya que transmite frescura, bienestar y equilibrio.
Otras de las cualidades más importantes de este color es que aporta calma, facilita la concentración y se relaciona con la esperanza y buena suerte.
Al tener en cuenta todo esto, resulta muy favorecedor incluirlo en el hogar para influir en las emociones de quien lo habita o visita.
¿Cómo aplicarlo?
El verde posee una gama cromática infinita. Los tonos más vivos como el manzana o pistacho son sinónimo de buen humor.
Por su parte, los matices suaves tipo pastel acentúan la sensación de paz y tranquilidad; y los oscuros, aportan elegancia.
En tu área de oficina o estudio, es capaz de potenciar la concentración, creatividad y productividad; en el dormitorio y sala, crea una atmósfera relajada y acogedora; en el baño y cocina, incrementa la vitalidad.
Incorpóralo en las paredes con un papel tapiz, en muebles como los sofás y armarios, en textiles, cuadros y obvio, no que no te falten las plantas.
Combinación perfecta
Si te preguntas con qué otros colores se lleva bien el verde, atrévete a combinarlo con rosas, azules y naranjas para darle más fuerza. Para suavizarlo, elige los blancos, negros y grises.