Más positivos, así son las personas que decoran con mucha anticipación a las fiestas navideñas; descubre porqué

Por: Marisol Rodríguez / Foto: Internet /

Cada año el espíritu de la Navidad nos invade con mayor antelación y en gran parte se debe a que esta época es sinónimo de nostalgia y felicidad.

De hecho, un estudio publicado en la revista Journal of Environmental Psychology señala que aquellos que no pueden esperar hasta diciembre para adornar su hogar son más felices y positivos.

“El que las personas vivan las fiestas con anticipación implica recordar, sobre todo la infancia, que en muchos de los casos fue recibir y dar”, expresa la psicoterapeuta Dianet Núñez.

Y agrega que la nostalgia del pasado denota placer al revivir aquellos recuerdos que formamos cuando éramos pequeños, “nos enlazan a la familia y nos dan fuerza para seguir”.

Si tu eres parte de ese grupo que ama la Navidad, descubre porqué esta fecha te hace tan feliz y cada año la esperas con emoción.

Transforma ambientes

Al poner el pino navideño en tu casa o ver las decoraciones en las tiendas y calles, automáticamente se cambia el ambiente común.

“Lo vemos como armonía, se relaciona también con la felicidad, es un reforzador para que en años posteriores la festejemos con más anticipación, querer ambientar de formas más agradables”.

Deja una huella anímica

En esta época son comunes los abrazos, los cuales tienen el poder de actuar como neurotransmisores y generan una sensación de bienestar; además, podemos recibir mensajes de personas con las que hace mucho tiempo no estábamos en contacto.

“Tanto placer y alegría, deja una huella anímica en el cerebro y por eso te animas a revivir esta bella época, se hacen poderosas esas emociones”, comenta la psicoterapeuta.

Tiempo de dar y recibir

El pensar en el otro y dar un obsequio por más sencillo que este sea o la emoción de recibir uno y ser agradecido, es otro factor que hace tan esperada esta fecha.

Época de reconstrucción

La especialista menciona que también “es una época de reconstruir lo que se dañó, decimos ‘es Navidad, borrón y cuenta nueva’, es una oportunidad de reconciliarse”.

Y es que, desear buenas cosas da tranquilidad y si se suma el lado espiritual -sea cual sea la religión que se practique- el ser humano se carga de energía que le permite crecer en todo lo que desea y estar en buena armonía personal para que el siguiente año sea mejor.

Recordar con amor

Si alguien experimenta recientemente la ausencia de un ser querido, esta fecha además de reencontrarlo con el duelo, le permite recordar con amor todo lo bonito que esa persona le dejó y cómo se vivía la Navidad a su lado.

Fuente: Psicoterapeuta Dianet Núñez

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