Por Marisol Rodríguez
En época de resfriados, la vitamina C o ácido ascórbico es un gran nutriente contra las infecciones, ya que tiene el poder de aumentar las defensas del sistema inmunológico.
Esta actúa como un antioxidante que protege las células de los radicales libres, compuestos que se forman cuando el cuerpo convierte los alimentos en energía.
Pero eso no es todo, la vitamina C mejora la absorción del hierro de otros alimentos, refuerza las mucosas de la piel y también ayuda en la producción de colágeno, proteína necesaria para la cicatrización de heridas.
La cantidad adecuada
Para las mujeres la dosis recomendada diariamente son 75 miligramos y 90 para hombres, de acuerdo a la revista científica Wiley y su artículo ‘Función y estado de la vitamina C en enfermedades crónicas’.
Su consumo aumenta los niveles de antioxidantes en la sangre hasta el 30 por ciento, lo cual hace que las defensas del cuerpo combatan la inflamación, reduzcan la gravedad de los síntomas del resfriado y otras enfermedades y, acelera el tiempo de recuperación.
Encuéntrala en…
- Naranjas
- Pimiento rojos y verdes
- Guayaba
- Col rizada
- Kiwi
- Fresas
- Papaya
- Brócoli
- Toronja
- Melón
- Tomate
- ⁃ Limón
Recomendaciones para su consumo
- Para aprovechar al máximo este nutriente, se recomienda comer frescos y crudos los alimentos mencionados.
- No consumir más de 2000 miligramos diarios, ya que puede haber efectos negativos como náuseas, diarrea y dolores abdominales.
Un déficit de vitamina C puede provocar:
- Dolor e inflamación de las articulaciones
- Debilidad muscular
- Cansancio
- Cambios de humor
- Gingivitis (inflamación y sangrado de heridas)
- Mala cicatrización de heridas
- Pérdida de apetito