Los juegos de palabras han sido parte del aprendizaje entre niños y jóvenes, sin mencionar a profesionistas y adultos mayores, estos últimos lo disfrutan en su tiempo libre, regularmente; sin embargo, no deja de ser una manera de aprender nuevas palabras, significados de conceptos, pensamiento referencial, análisis de contextos, entre otros. Es uno de los juegos que más demanda a la hora de utilizar la mente: el CRUCIGRAMA.

En esencia los crucigramas presentan un conjunto de conceptos o definiciones en una plantilla prediseñada. Ahí se anotan palabras definidas, sean estas en forma vertical y otras horizontalmente, que se cruzan entre sí cuando comparten una o varias letras.

Este juegos de palabras, a menudo es considerado un pasatiempo, aunque se sabe que no sólo es así, por eso, en algunas asignaturas se emplean como ejercicios o inclusive como evaluaciones.

Las nuevas estrategias para el aprendizaje han permitido incluir métodos de enseñanza a través de actividades lúdicas, por esta razón no es extraño encontrar docentes que apliquen los juegos de palabras en sus formas de llevar el conocimiento a los estudiantes.

Es importante recordar que los recursos didácticos, permiten evaluar los avances de los alumnos a cada momento, y es muy común que este tipo de medida, basado en la resolución de problemas o a través de cuestiones que necesitan ser contestadas. La flexibilidad que da el crucigrama como herramienta didáctica, le da un sentido lúdico y obliga al alumno a tener un pensamiento lógico y analítico, considerando muchas veces los conocimientos previos y el contexto empleado en las pistas u oraciones para identificar el concepto palabra oculta en la plantilla. 

Los crucigramas llevan un poco más de 100 años desde su primera publicación en un periódico neoyorquino por un periodista llamado Arthur Wynne en 1913, desde ese momento se convirtió en un éxito inmediato.

Los beneficios de los crucigramas son muchos, estos son algunos de ellos:

• Previene la demencia. La Alzheimer’s Association recomienda este hábito para ayudar a prevenir la demencia y otro tipo de males relacionados con el cerebro y la memoria.
• Mejora el léxico. Realizar crucigramas diarios beneficia las habilidades verbales. Incluso si no se puede terminar uno, se empezará a descubrir lo que las diferentes palabras significan mientras se resuelven las pistas.
• Resolución de problemas. De acuerdo a Tyler Hinman, ganador cinco veces del Torneo de Crucigramas Americano, “se dice que las personas que son las mejores en esto son los músicos o personas que están en las ciencias o en las matemáticas. Lo que esos campos tienen en común es que consisten en mirar información codificada y poder traducirla instantáneamente a algo significativo”, explica que la práctica constante es la base.
• Ayuda a la concentración. Mientras se juega, la dificultad hará que se concentre sin pensarlo y la mente avanzará en el proceso deductivo.
• Divierte. Resolver crucigramas engancha en el mejor sentido de la palabra, llena el tiempo y pone pausa a la vida. Es un entretenimiento sano, divertido, y no importa lo adulto que seas pues siempre se aprende algo. Es una mejor opción que estar frente a la televisión o jugando en el celular.

Por Carlos A. Rodríguez / profecarlos013@gmail.com