Por Weekend / Foto: Internet
Es importante que desde pequeños, los niños aprendan el valor de la generosidad. No se trata de obligarlos a compartir con los demás, sino que lo hagan de forma natural. El reto es enseñarles que si ellos dan, recibirán lo mismo.
1. Sé su ejemplo
El ejemplo de los padres es el mejor maestro para ellos. Si eres generoso con las personas cercanas a ti, tu hijo se dará cuenta de que es una actitud que debe ‘copiar’.
2. Utiliza juegos de mesa
Con esta técnica, aprenderá a esperar su turno y entenderá que no siempre puede acceder a sus caprichos y que en ocasiones debe ceder.
3. Cine, cuentos y televisión
Existen muchísimos cuentos y fábulas en donde el valor de la generosidad es el hilo conductor de la historia. Si a tu hijo no le gusta tanto leer, opta por las películas que también transmiten valores.
4. Enséñale a entender y expresar sus sentimientos
A nadie le gusta compartir si eso le genera enfado y frustración. Pero si expresa lo que siente puedes hablar con él y explicarle qué debería sentir al compartir. Cuando sea capaz de sentirse bien compartiendo sus cosas, al comprobar la felicidad de otros, entonces, habrás conseguido que sea de verdad generoso.

5. No lo obligues a hacerlo
La generosidad es un valor esencial y también un sentimiento que debe nacer de forma espontánea. Si tu hijo no quiere compartir su juguete nuevo, no le obligues. Eso es una imposición, y no le haces ningún favor porque no verá la generosidad como algo bueno, sino algo que le transmite frustración y rabia.
6. Aumenta su empatía
Ayúdale a observar las necesidades de otros. Si tu hijo es capaz de sentir empatía, será consciente de las necesidades de otros. Está íntimamente relacionado. De esta forma entenderá que necesita compartir sus cosas.
7. Más participación en el hogar
Si tu hijo colabora en casa con pequeñas tareas, se dará cuenta del valor tan importante que tiene ayudar y regalar tiempo de forma generosa con los demás.