Por Marisol Rodríguez / Fotos: Freepik
Las clases están por terminar y los niños tienen por delante muchos días sin colegio que pueden aprovechar para ir de campamento y disfrutar de nuevas experiencias durante el verano.
Para elegir el mejor, es importante que consideres cuál es el principal objetivo de que tus hijos asistan a uno, ya sea para jugar y divertirse o para mejorar en sus estudios u obtener nuevos conocimientos.
Al formar parte de una actividad de verano como esta, tus niños obtendrán diversos beneficios como el desarrollo de habilidades sociales, aumento de autoestima y desconexión de las pantallas, entre otros.
Promueve la salud física y mental
La mayoría de los campamentos incluyen actividades físicas que son ideales para que los niños se mantengan activos y saludables; mientras que, el tiempo al aire libre impacta positivamente en su salud mental.
Socialización e Integración
Entrar en contacto con niños de su edad y realizar actividades y juegos con ellos les ayuda a crear nuevos lazos de amistad y afianzar los que ya tenían.

Trabajo en equipo
Al participar en actividades compartidas adquieren o refuerzan valores como el respeto, solidaridad y tolerancia; además, se fomenta el liderazgo al trabajar en equipo, tomar la iniciativa y guiar a otros.
Rompe con la rutina
Desarrollar actividades diferentes a las que hacen el resto del año, más lúdicas y propias de esta época, provoca que sientan un cambio de rutina y asistan con mejor predisposición.
Mejora la comunicación
En estos espacios los niños tienen la posibilidad de expresarse de forma libre, se fomenta la participación en el desarrollo de las actividades y aprenden a respetar las opiniones de los demás.

Aumenta la seguridad y confianza en sí mismos
Un campamento de verano es perfecto para potenciar su autonomía e independencia, ya que aprenden a tomar decisiones por sí mismos, asumen responsabilidades propias de su edad y mejoran su autoestima y seguridad.
Desconexión de pantallas
En la actualidad, las tabletas, computadoras y celulares son un recurso fácil para pasar el tiempo. Así que las vacaciones de verano son un buen momento para limitar su uso y los campamentos son el aliado perfecto, ya que los ayudan a valorar otras actividades lúdicas y los juegos tradicionales.
Conexión con la naturaleza
Los niños que pasan tiempo al aire libre, interactuando con la naturaleza, desarrollan una mayor conciencia sobre el medio ambiente.