Si la campaña del nuevo álbum de Justin Timberlake no transmite que le gusta la naturaleza y el bosque, su primera muestra del proyecto lo dejó muy claro.
El evento de ayer en Nueva York para el debut de Man of the woods (que quiere decir “hombre del bosque”) fue decorado con árboles y arbustos, mientras que el menú incluyó hormigas cubiertas en ajo negro y aceite de rosas, y saltamontes.
Pero no teman: el astro pop no está virando para ningún lado. El álbum de 16 canciones (al igual que el primer sencillo bailable) se apega a su característico estilo al mezclar sonidos de pop, R&B y música electrónica.
Miembros de la industria musical y de la prensa y clientes de American Express (la compañía que montó el evento y que realizaría otro este miércoles) oyeron el disco completo en un gran espacio iluminado de rojo que Timberlake ayudó a diseñar.
“No me voy a volver un Ray LaMontagne”, dijo Timberlake en chiste en referencia al cantautor más conocido por su sonido rock y folk.
Calificó Man of the woods como un “álbum personal” y dijo que es un homenaje a su hijo de 2 años, Silas, cuyo nombre significa “viviendo en el bosque”.
“De ahí me vino la idea”, dijo Timberlake, quien estuvo acompañado por su esposa, la actriz Jessica Biel, y familiares y amigos que dijo viajaron a la ciudad para apoyarlo. El actor de Strangers Things, Gaten Matarazzo, también asistió al evento.
La voz de Silas aparece en el último tema del disco, Young man. Alicia Keys participa en Morning light y Chris Stapleton en Say something, que pareció ser una de las favoritas de los presentes.
Timberlake, quien encabezará el mes entrante el espectáculo del medio tiempo del Super Bowl, volvió a trabajar con el megaproductor Timbaland para este álbum.
El primer sencillo del disco, Filthy, debutó en el No. 9 de la lista Hot 100 de Billboard esta semana.