26 abril, 2024

“Mi poesía habla de temas muy reflexivos, temas que a veces dejamos en el olvido, de los que todos nos preocupamos pero que se nos olvidan en el día a día” Ana Torres Licón

Por: Sandra Chávez / Fotos Saúl Barrera

“Yo soy una apasionada de los procesos de enseñanza-aprendizaje y amante de las letras”, esa es la descripción que hace de sí misma Ana Torres Licón, una abogada, contadora, educadora y escritora, quien encontró en la poesía el refugio perfecto para hacer frente a la ausencia de su madre.

Su paso por la sierra

Originaria de ciudad Delicias, Ana también se dice “ciudadana del mundo”, pues gracias a las letras y a su pasión por la enseñanza ha  tenido la oportunidad de viajar por varias partes de Latinoamérica y otras tantas del estado que la vio nacer, viviendo algunos años en los municipios de Guadalupe y Calvo, Guachochi y Balleza, a donde llegó debido a su interés en la enseñanza.

“Llegar a esas zonas fue toda una aventura, nunca me imaginé que fuera así porque mi formación no es propiamente de docente aunque siempre tuve la inquietud, de hecho saliendo de la preparatoria me inscribí en la Normal pero pasaron algunos detalles que no me hicieron que me ubicara, entonces me decidí por otra carrera, pero siempre en mi corazón estaba esto de la docencia”.

Y aunque no logró el objetivo en la primera instancia, no dejó de buscar la oportunidad, fue así que tiempo después entró a la Normal Superior y finalmente comenzó a dar clases en comunidades apartadas de menos de 500 habitantes.

“No fue fácil, es un shock muy fuerte, generalmente uno da por hecho las cosas, uno da por hecho que vas a abrir la llave y va a salir agua, que vas a oprimir un botón y va a haber luz, pero llegar a lugares donde no hay luz eléctrica ni agua potable, ya no estamos hablando ni siquiera de señal de teléfono o internet, para la mente es un poco confuso”.

Su experiencia en la zona serrana y las dificultades que implica vivir ahí, incluso la desesperación por no saber de la salud de su madre en sus últimos días de vida, la llevaron a buscar en la escritura la manera de sacar el dolor por la perdida.

Recuerda que de la comunidad llamada el Aguaje, donde ella se encontraba, eran muchas horas para viajar a Parral, lugar en el que por fin podía tomar un camión para ir a Delicias.

“Cuando mi mamá fallece yo tengo ese dolor muy grande que no sé cómo expresarlo, yo sentía que me dolía todo, o sea hasta físicamente me sentía mal, no sabía cómo expresarlo, entonces cuando uno no saca ese dolor no es benéfico para la salud, así que decidí comenzar a escribir”, fue entonces que una amiga le consiguió un lugar en El Sol de Parral, donde desde hace tres años y medio se publican sus escritos.

La poesía y la frontera

Ana llegó a esta ciudad en el año 2017, cuando dejó la enseñanza en la sierra y logró su cambio a esta frontera, lugar que no la alejó de las letras, al contrario, aquí encontró espacio en la Sociedad de Escritores, donde tuvo la oportunidad de participar en la antología que cada año publican.

“La poesía tiene un sentido muy especial porque habla sobre pensamiento abstracto que va directo a unas áreas cerebrales especiales que las estimula y hace que nos sorprendan, contacta de una manera diferente y en una brevedad que no te da ni el cuento ni la novela”, y agrega que “la poesía es un bálsamo que te cubre, te abriga”.

TDX

En esta ciudad también conoció a los jóvenes de Jardines de Satélite, quienes organizaron una de las charlas de la plataforma global TDX, en la que ella tuvo la oportunidad de participar con el tema Cosmovisión, gracias a la convocatoria “Rompiendo paradigmas”.

“Fue una experiencia maravillosa porque lo preparamos en tiempo récord, y es muy retador enfrentarte a un público en vivo, estás parado en un punto rojo y tienes al público tan de cerca”.

A partir de ahí las puertas comenzaron a abrirse para Torres Licón, recibiendo la invitación para ser ponente en la Universidad de Durango y también asistir al Festival Latinoamericano de Poesía en Macallen, Texas, en el que participó en una antología.

Tras asistir a Macallen, se unió a las actividades de la Universidad de Puerto Rico y del Colectivo el Sur Visita al Sur, donde dan charlas a jóvenes de secundaria y preparatoria para fomentar la lectura y escritura.

Además del 16 al 21 de julio, fue llevada por la Fundación Metáfora a El Salvador, al Festival Hispanoamericano de Poesía, a donde llevó sus poemas y próximamente publicará el libro  “Agonía de la mirada”, el cual espera traer a esta ciudad.

Entre otros proyecto también prepara la auto publicación “Aludir el tiempo”.

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