Por Marisol Rodríguez / Fotos: Internet
Al pensar en el champagne es común ligarlo a grandes celebraciones, el lujo y fiestas llenas de glamour, pero esta bebida espumosa es también una magnífica acompañante de platillos cotidianos.
Y es que, aunque su consumo a la hora de sentarnos a la mesa es menos habitual, la realidad es que marida muy bien con la mayoría de los alimentos.
- Sírvelo con pescados y mariscos en general, especialmente los preparados en salsa o en forma de mousse; también con mariscos crudos y cocidos.
- Es ideal para fusionar con embutidos, frutos secos, sopas, cremas y consomés; charcutería y ahumados; tortillas, quesos y postres.
- Una combinación exitosa en los últimos años ha sido con las papas fritas, ya que las notas de sal y la textura crujiente de estas se lleva a la perfección con la acidez y las burbujas del champagne.
- Los arroces, las legumbres estofadas, pastas y ensaladas son otra buena opción.
- ¡Ojo! No se debe tomar nunca con comidas picantes y muy especiadas.
Y a ti… ¿con qué te gusta disfrutar del champagne?
El dato
Desde el siglo XVII la corte francesa lo puso de moda y se convirtió en la bebida favorita de la nobleza y burguesía europea.