Por Marisol Rodríguez / Fotos: Internet

Romántico, femenino, delicado, luminoso y vintage, así es el Shabby Chic, un estilo de decoración que adorarás.

Su origen surgió en las casas de campo de la burguesía y clase alta inglesa, donde se acumulaban muebles y elementos decorativos que las familias humildes compraban de segunda mano, gastados y antiguos, pero con ese look elegante y glamoroso de la época victoriana.

Su nombre, literalmente, significa desgastado y sofisticado, dos palabras que resultan contradictorias pero si se saben combinar el resultado es encantador.

La primera clave para conseguir esta decoración es utilizar el blanco como base; para los accesorios y acentos de color, usa tonos pasteles como el rosa palo, verde agua o menta, azul turquesa y el lavanda.

El efecto desgastado lo obtendrás con elementos clásicos que tengan evidentes marcas del paso del tiempo, por ejemplo la tapicería o una mesa.

Para crear una atmósfera romántica y muy femenina, no te olvides de las flores en todos los tamaños y colores, ya sea en tapices, en tejidos o naturales y secas en jarrones antiguos, de porcelana o cristal.

Los espejos son otra clave del estilo Shabby Chic, entre ellos los de gran formato y con adornos tallados de aspecto envejecido.

Por último, no olvides añadir muebles de líneas redondeadas, vajillas retro, mantas, cojines y detalles con toques dorados, estos últimos le aportarán un plus de glamour a esta decoración.