Reflexión del Día de Muertos
Se aproxima la fecha en la cual de acuerdo a nuestra cultura, disfrutamos de noches coloridas, con aroma a incienso, flores y comida tradicional entre otras cosas, decorando los altares con todo tipo de ofrendas en el Día de Muertos.
Sin embargo resulta importante recordar también a las personas que no tienen el ánimo para vivir este tipo de experiencias debido al duelo que están viviendo por el cercano fallecimiento de un ser querido.
Hoy, dedicaré este espacio a quienes están transitando por una etapa de dolor y desesperanza, buscando cómo sanar el alma, viendo cómo la vida continúa sin poder detener el momento para un último abrazo en ese último adiós.
La aceptación, de acuerdo a Elizabeth Kubler Ross, es la última etapa para dar como terminado un duelo, sin embargo es importante reconocer que cada persona tiene sus propios tiempos y formas para recuperarse ante experiencias inevitables en la vida de todo ser humano, hablando en este caso de cómo superar la pérdida de un ser querido.
Compartiré algunos puntos para reflexionar con respecto al tema.
1. Tengamos presente que las emociones son variables de acuerdo al tiempo del duelo, al inicio se experimenta el impacto que representa sin embargo después de la pérdida las emociones son variables.
2. Las preguntas son reacciones naturales e inevitables, un ejemplo son:
- ¿Qué hago sin él (o sin ella)?
- ¿Cómo seguir así?
- ¿Por qué sucedió?
- ¿Por qué a mí?
- ¿De dónde sacaré fuerzas?
Existe una pregunta que abre un sinfín de posibilidades para seguir, avanzar, aceptar y sanar el dolor… ¿Qué es un duelo?
3. Sentir tu dolor, dar la oportunidad de identificar realmente tu emoción, como bien lo comenta Sandra Barbero Sereno, el proceso de las pérdidas “de las tinieblas a la luz” en su libro ‘De la pérdida a la esperanza’.
4. Cada persona responde de forma individual y personal en su proceso, con un mismo propósito, encontrar sentido a la vida, recuperando la paz, la serenidad y la fortaleza que día con día lleva a reestructurar todo lo necesario para salir de ese vacío emocional.
5. ¿Cómo vivir un proceso de duelo?
- Siente tu dolor.
- Aprender una nueva forma para planear tu vida de acuerdo a tu presente, sin prisa, con calma, sin pausas, con la oportunidad de sentir cada una de tus emociones, enfocando tu atención en ti, en tu proceso y en tu sanación.
- El descanso, la buena alimentación, el autocuidado en todos los aspectos, necesitas de tu atención para evitar momentos de enfermedad causados por los estados de tristeza o melancolía, que como bien sabemos baja el sistema inmunológico.
- Evita tomar decisiones importantes, en este momento de duelo, los pensamientos no están en total claridad y las emociones no son favorables para crear cambios sin antes tener resuelto lo que ahora para ti representa inestabilidad.
- Existe el acompañamiento de personal especializado en tanatología o psicología, lo cual es una alternativa para dar continuidad a cada etapa hasta llegar a la aceptación.
Me despido haciendo mención de un factor determinante dentro del proceso, recuperar el sentido de vida, recordando que como bien lo mencionó Viktor Frank en su libro ‘El hombre en busca de sentido’, muestra la necesidad de transformarnos cuando no podemos cambiar las circunstancias que nos rodean. Hasta pronto.