Por Marisol Rodríguez
Una de las bebidas fermentadas más antiguas y valoradas de la humanidad es la cerveza, la cual celebra su día internacional este 7 de agosto.
Desde 2007 en un pequeño bar de Santa Cruz, California, un grupo de amigos acordó que cada primer viernes del octavo mes del año sería su festejo para reunirse y disfrutarla juntos, así como agradecer a aquellos hombres y mujeres que se dedican a su producción.
Hoy en día, se conmemora en más de 200 ciudades de 50 países.
Un accidente, ¿su origen?
La cerveza se produce a partir de la germinación de granos de cereal, por lo general cebada, pero también -dependiendo el lugar- se puede fabricar con arroz, trigo, maíz, avena, papa, sorgo o centeno en fusión con el agua, la levadura y el lúpulo.
Su origen, como muchos de los grandes descubrimientos de la humanidad, se cree que fue un accidente, pues cuenta la historia que unos granos de trigo o cebada fueron olvidados y se fermentaron, el resultado fue probado por algún atrevido que pronto descubrió los efectos que esta provocaba.
Pero si de historia se trata, existen cuatro lugares claves en su creación:
Mesopotamia, en esta región se tiene el primer registro de la cerveza, mencionada en unas inscripciones que aparecen en unas tablillas de arcilla del año 3100 A.C., bajo el nombre de alulu.
Egipto, en la tierra de los faraones fueron encontradas vasijas que datan del 3500 A.C. con restos de esta bebida.
Grecia y Roma, el vino era su bebida preferida pero no se pudieron resistir a la cerveza, a la que tuvieron acceso por su cercanía con los egipcios.
Años después, la popular bebida conquistó al mundo pero tuvo su mayor auge en Europa con Alemania y Bélgica como sus mayores productores.
Sus tipos
Los expertos dicen que al hablar de cerveza se debe clasificar por estilo y no por tipo, ya que el primero no solo la agrupa en Ale o Lager sino que lo hace por su aroma, sabor, composición, color y graduación alcohólica.
La Ale es de fermentación alta y la puedes encontrar como Pale Ale, Stout, Porter y Strong Golden Ale, entre otras.
Mientras que la Lager, la más consumida en el mundo, toma su nombre de la técnica alemana de almacenamiento en frío, lo que la aclara y suaviza, teniendo sus máximas representantes en las Bock, Amber, Dunkel y Pilsen.
Y tú, ¿cuál prefieres?