Por Marisol Rodríguez / Fotos: Internet
El pavo, los panecillos rellenos de queso crema, las pastas, los postres y las bebidas son una tentación muy propia de la temporada y siendo sinceros, difícilmente nos podemos resistir a su sabor.
Por ello, te compartimos algunas claves para que comas saludable y no mueras en el intento.
- Mantente hidratada. Algunas veces la sed puede confundirse con hambre pero si te mantienes bien hidratada disminuirás las ganas de comer antes de la cena.
- Planea tus comidas. Si cuentas con un menú semanal, trata de respetarlo al máximo. Así en ese día especial podrás comer sin remordimientos.
- Come despacio. Mastica, saborea y disfruta los alimentos para que tu estómago le puede mandar una señal al cerebro de que ya está satisfecho.
- Empieza con entradas ligeras. Antes de los platos fuertes se vale degustar opciones con frutas o verduras, ensaladas, mariscos cocidos y sopas ligeras.
- Verduras en la mitad del plato. Son las mejores aliadas, ya que puedes comer grandes cantidades con un aporte calórico bajo. Además, su fibra te da saciedad.
- Sustituye las salsas y aderezos industriales. Opta por las vinagretas, el limón o aderezos a base de hierbas aromáticas.
- Evita repetir. Por más deliciosa que esté la cena, elige lo que realmente deseas comer y sírvete solo una vez. Repetir puede significar comer más de lo que necesitas para saciar tu hambre.
- Deja espacio para el postre. No te llenes con toda la comida y guarda un espacio para esas delicias dulces que también forman parte del banquete. Recuerda que el objetivo es terminar satisfecha y no reventando.
- Modera el consumo de alcohol. La ingesta de bebidas preparadas equivale a un doble de azúcar y de carga calórica, mejor opta por una copa de vino o una cerveza por comida.
- Lo más importante: disfruta. Olvídate de los sentimientos de culpa por comer cosas que no forman parte de tu dieta diaria; la Navidad solo se celebra una vez al año y si sigues los nueve consejos anteriores no tienes porque estresarte.