2 junio, 2025

Por Marisol Rodríguez / Fotos: Freepik

Más que un momento de diversión, el juego es una actividad fundamental para el desarrollo de los niños y una de las mejores herramientas para cultivar su aprendizaje.

En entornos como la casa y la escuela, les permite construir relaciones, resolver problemas, aprender valores, explorar e investigar para adquirir sus propios conocimientos.

Conoce algunos de los múltiples beneficios que ofrece en lo cognitivo, social, emocional, mental y a nivel físico.

Mejora la salud física: Los juegos involucran mucho el movimiento, lo que es benéfico para reducir el sedentarismo y favorece a un estilo de vida más activo.

Estimula los sentidos: Algunos juegos sensoriales como los de arena, agua y texturas, son perfectos para estimular el desarrollo perceptivo.

Desarrollo motriz: Un juego activo puede mejorar la coordinación, el equilibrio y la fuerza, entre ellos, correr, saltar y trepar.

Estimula la creatividad e imaginación: Existen juegos que son simbólicos, por ejemplo, jugar a la casita, los cuales ayudan a que los niños imaginen situaciones, personajes e historias nuevas.

Mejora la memoria y concentración: Los juegos de mesa o aquellos en los que se deben seguir reglas, son perfectos para fomentar la atención y el pensamiento lógico.

Desarrollo de habilidades para resolver problemas: Mientras juegan, los pequeños aprenden sobre la toma de decisiones, a anticiparse a las consecuencias y a encontrar soluciones.

Fomenta la cooperación y el trabajo en equipo: Los niños aprenden sobre la importancia de compartir, turnarse y colaborar cuando juegan con otros amiguitos.

Mejora la comunicación y lenguaje: Al interactuar durante el juego, enriquecen su vocabulario y mejoran su capacidad de expresión.

Ayuda a comprender normas y roles sociales: Los juegos son esenciales para que aprendan a respetar reglas, aceptar que existen momentos de derrota y asumir diferentes papeles.

Fortalece su autoestima y seguridad: Cada vez que logran una meta en el juego, los niños pueden sentirse más capaces y valiosos, lo que les brinda confianza y eleva su estado de ánimo.

Regula sus emociones: Esta herramienta les ayuda a canalizar todo tipo de emociones, especialmente la frustración, a controlar la ira y calmar la ansiedad.

Fomenta la empatía: Cuando existen roles, los niños comprenden mejor las emociones y perspectivas que experimentan otras personas.

Reduce el estrés: El juego es un camino natural para liberar las tensiones y aprender a disfrutar el momento presente.

Promueve el bienestar emocional: Disfrutar del juego y reírse son dos cosas que contribuyen a que los niños tengan un estado de ánimo positivo.

Show Full Content
Previous Silencio maternal: la salud mental que nadie ve
Next El librero perfecto

Whatsup

Close

NEXT STORY

Close

De la pantalla grande a Netflix

12 agosto, 2019
Close