Por Marisol Rodríguez / Fotografía: José Zamora
Junio es un mes especial para Homero Martínez, quien no solo celebra el Día del Padre, sino también el del sommelier, profesión en la que ha construido una sólida trayectoria de más de 20 años.
Tras estudiar en París y pasar una temporada en Argelia, en 2012 se estableció en esta frontera, donde su dedicación, tanto a su familia como a su profesión, lo ha convertido en un ejemplo de equilibrio y excelencia.
“Quiero ser un reflejo de lo que es el vino: algo bien hecho, algo bien estructurado y algo que ayuda a la humanidad”, expresa el sommelier corporativo de Great American Hospitality.

Sommelier, una pasión adquirida
WKND: ¿Cómo descubriste tu pasión por el mundo del vino y qué te motivó a convertirte en sommelier?
HM: Cuando era estudiante también trabajaba y empecé a interesarme por el mundo de la hospitalidad, ahí fue como nació en un primer momento el gusto por la hostelería, los vinos y el buen servicio; una vez que acabo mi carrera decido especializarme en el mundo de los vinos y certificarme como sommelier. Me gusta mucho la cultura, la historia y el vino va muy ligado a eso, me apasiona el hecho de ayudar a la gente a que tenga una mejor experiencia en el comer.
WKND: En junio se celebra el Día Mundial del Sommelier, ¿qué significa para ti?
HM: Es muy padre, lo celebro más que mi cumpleaños porque es una profesión adquirida, nadie nace diciendo de grande voy a ser sommelier, para el 90 por ciento de los sommelier que estamos actualmente en el mundo fue una pasión ya de grandes, y eres consiente de decir quiero dedicarme a esto porque son muchas satisfacciones. El mundo del sommelier es muy grande, es muy bonito, te invita a viajar, a descubrir, a conocer, a estarte preparando constantemente con el afán de cada vez dar un mejor servicio.
WKND: ¿Qué valores del mundo del vino consideras importantes transmitir?
HM: El vino lo que nos llama constantemente es a ser educados, a tener una educación más a allá de solamente tomar, sino que nos invita a tomar bien, conocer bien y disfrutar bien.
WKND: ¿Cuáles desafíos y oportunidades enfrenta esta profesión en la región o país?
HM: Uno de los grandes desafíos es que se necesita más apoyo por parte de los consumidores, en el mundo del vino se desarrollan un sinfín de oportunidades, las manos agrícolas mexicanas juegan un papel muy importante y queremos que esa cultura crezca porque al final del día quien crece es México, la invitación es a que lo conozcamos más y lo consumamos más.
WKND: ¿Qué consejo le darías a quienes quieren empezar en este mundo?
HM: Que estudien, actualmente hay un sinfín de accesibilidad al mundo del vino con el internet, las redes sociales, los canales comunicativos; anteriormente no había eso, solamente eran libros y libros, ahora es más rápido con un solo click.
WKND: Si tuvieras que elegir un vino que represente tu trayectoria, ¿cuál sería?
HM: Más que escoger un vino, escojo mejor una cepa, una de las que más me gusta es la pinot noir.
Vino, familia y celebración

WKND: ¿Cómo ha influido tu rol como padre en tu vida profesional?
HM: Tengo una hija que se llama Sara, tiene 15 años, desde niña la he introducido al mundo del vino, para mí es un gran orgullo que ella forme parte de mi profesión porque ha estado en todos mis buenos y grandes momentos como sommelier.
WKND: ¿Qué es lo que más disfrutas de la paternidad?
HM: Los logros que va obteniendo mi hija, la satisfacción de que lo estoy haciendo bien y principalmente que lo que estoy cultivando en ella va a ser algo productivo… como el vino.
WKND: ¿Tienes alguna tradición familiar relacionada con el vino que compartes con tu hija o padre?
HM: Siempre estamos degustando vino, invitando a las nuevas generaciones a que conozcan y respeten el mundo del vino.
WKND: ¿Existe algún vino que te recuerda a tu papá?
HM: Cuando era niño mi papá me llevó a conocer un aserradero aquí en Chihuahua y ese olor a madera tan intenso que conocí ahí, hay vinos que a veces los pruebo y cuando percibo ese olor a madera me recuerda a esa buena aventura que tuvimos mi papá y yo.
WKND: ¿Cómo brindas el Día del Padre?
HM: Con mucho gusto y orgullo, llego este año cumpliendo 50 años y lo festejo con mucha alegría, satisfacción y principalmente con mucho agradecimiento a Dios, a mis compañeros, a la gente que ha sido parte de mi formación y con la cual he servido, llego en una plenitud muy grande y muy bendecido por Dios.