Descúbrelo y no dudes en poner límites; recuerda que tu salud física y mental es primero
Por Marisol Rodríguez / Fotos: Internet
Existe una delgada línea entre ser una mujer apasionada de su trabajo y una workaholic, ¿en cuál lado crees que estás tú?
Este término anglosajón se ha empleado para describir a quienes sienten una necesidad excesiva de trabajar, aún y fuera de su horario laboral.
Un ejemplo de lo anterior es cuando llegan a casa y se ponen a adelantar pendientes o a revisar correos, esto último también es común que lo hagan los fines de semana, en días festivos o durante las vacaciones.
Y qué decir de la vida social, la cual siempre gira en torno a las actividades laborales; además de que su buen o mal humor al final del día, dependerá de cómo les fue en la oficina.
¿Te sientes identificada con lo que has leído hasta el momento? Sigue y descubre si eres una workaholic.
¿Lo soy?
Dicen que todo en exceso es malo y en este tema también aplica, ya que una gran carga de trabajo se puede traducir en un bajo rendimiento a largo plazo, problemas de salud generados por el estrés e incluso, rupturas familiares y amistosas.
Por lo que es importante reconocer si se tiene o no una adicción al trabajo y de acuerdo a especialistas, estas son sus características:
• Trabaja intensamente y tiene dificultades para relajarse.
• Necesita tener el control y se molesta cuando su rendimiento no es el esperado, no controla alguna situación o si las cosas no salen como las planeó.
• Tiene escasas relaciones interpersonales con el resto de sus compañeros.
• Sobresale su incapacidad para delegar tareas y trabajar en equipo.
• Su autovaloración se centra en el trabajo y no en el resto de su vida personal.
Identifica sus síntomas
Cognitivos, fisiológicos y motores son los tres grupos en los que se engloban los síntomas de una workaholic.
Cognitivos
Ansiedad, irritabilidad, tristeza, necesidad de trabajar más y dedicar más tiempo al trabajo, así como preocupaciones por el rendimiento laboral de manera persistente.
Fisiológicos
Estrés, insomnio, dolor de cabeza, tensión muscular, disfunción sexual y a largo plazo se puede presentar hipertensión.
Motores
Necesidad imperativa de realizar muchas tareas sin olvidar ningún detalle de cada una e incapaz de no trabajar, haciendo a un lado a la familia y amigos.
¡Libérate del trabajo y disfruta tu vida!
Decirle adiós a la adicción al trabajo puede resultar difícil para pero no imposible y se puede lograr con el cambio de algunos hábitos e incluso, con ayuda psicológica.
1. Autodiagnóstico: Si descubriste que tienes muchas características y síntomas de una persona workaholic, no lo pienses mucho y busca ayuda, por ejemplo, una terapia cognitiva-conductual que gestiona el autocontrol y enseña a llenar los tiempos fuera de la profesión.
2. Marca un límite: Es importante que después de tus ocho horas laborales, te dediques un tiempo para descansar o realizar tus pasatiempos favoritos como salir a cenar con los amigos, la familia o tu pareja, ir al cine, al spa o disfrutar de una serie o un libro.
Referencia: Dra. Vanesa Fernández, psicóloga especialista en emociones para www.webconsultas.com