Por Weekend

Los tiempos han cambiado y hoy sabemos que el desarrollo en los niños se realiza de manera integral, ya que no se puede concebir el intelecto en un cuerpo que no es sano.
La actividad física, de acuerdo a organismos internacionales como la UNESCO, es uno de los caminos que tiene el ser humano para formar, educar y permitir el crecimiento en todas sus formas.
Durante sus primeros cinco años de vida, los niños pasan gran parte del tiempo en casa y a través de los juegos, obtiene el placer que proporciona el movimiento; además, su cuerpo se prepara para actividades motoras cada vez más complejas y a la vez se relaciona, se conoce a sí mismo y a su familia.
Posteriormente, al iniciar su vida escolar, encuentra en el deporte una nueva forma de ejercitarse, interactuar con otros niños de su edad y se ajusta a las normas establecidas por el juego.
Son muchos los beneficios que aporta una disciplina deportiva en la vida de los niños, entre ellos:
• Crecimiento físico adecuado
• Formación de un cuerpo sano y resistente
• Facilita las operaciones intelectuales que se crean en un cuerpo sano y lleno de ánimo
• Ofrece herramientas como la atención, concentración y memoria, claves para su práctica
• Es una buena forma de socializar
• Les enseña valores indispensables para la vida como la cooperación, respeto y liderazgo
• Es un medio para aprender que en la vida a veces se gana y otras se pierde

¿Cómo elegir el mejor?

Es de suma importancia que los padres identifiquen cuál es el deporte idóneo para sus hijos y que no los obliguen a practicar uno que no desean o presionarlos a ejercitarse para obtener aplausos o trofeos.
Al hacer lo anterior, solo conseguirán que la actividad física se convierta en algo molesto y desagradable.
El verdadero valor que se debe buscar en alguna disciplina deportiva es aprender a disfrutar el bienestar que aporta el ejercicio físico y la integración e interacción con los demás.