Por Marisol Rodríguez / Foto: Internet
¿Sabías que los niños cuentan con un instinto natural para pintar?
A través de esta actividad, sin importar su edad, encuentran una forma de expresar sus emociones y comprender el mundo que los rodea; conoce más de su impacto en el desarrollo de sus habilidades.
Fomenta su comunicación y expresión lingüística
Al pintar los pequeños son capaces de expresar de una forma abierta y espontánea sus sentimientos más complejos. Las formas, colores y líneas que plasman en sus dibujos también son una gran terapia para los niños con dificultades de comunicación y lenguaje, problemas de articulación o alteraciones de la conducta.
Canaliza las emociones negativas
En ocasiones los niños se sienten tristes, molestos, temerosos o rechazados, y de no expresar estas emociones, su desarrollo psicológico se puede ver afectado. La pintura es un gran medio para que saquen sus sentimientos y estados de ánimo, ya que estimula su satisfacción, relajación y capacidad de expresión.
Aumenta la coordinación motora
La coordinación motora fina y mano-ojo son dos de las habilidades que más tardan en desarrollar los pequeños, pues requieren de un nivel de maduración cerebral. Al pintar, las habilidades de manejo y agarre se perfeccionan, pasando de un agarre brusco al controlado y luego a uno más sutil y preciso.
Estimula su creatividad y pensamiento abstracto
Un estudio del Dartmouth College en Hanover, Estados Unidos demostró que la pintura estimula la creatividad infantil, la percepción visual, el pensamiento abstracto y la capacidad ejecutora de los niños. Lo anterior se debe a que mientras pinta, se activa todo su cerebro: el hemisferio izquierdo, relacionado con las tareas lógicas y el derecho, con la creatividad e imaginación.
Regula la hiperactividad
Diversos estudios han llegado a la conclusión de que la pintura es una herramienta eficaz para regular la conducta de niños hiperactivos, al estimular su autocontrol y regulación emocional.