No se puede negar que desde pequeños, las escuelas han implementado la poesía como un recurso valioso para enseñar. Los maestros se valen de los beneficios que la lírica aporta en sus versos, tales como la musicalidad, la repetición en las frases, la rima, la creación de formas a partir de la imaginación que da el significado de las palabras entre otros más.
En un estudio reciente, se menciona que el adolescente de hoy no lee, al menos, no lee como debería en consecuencia del aprendizaje esperado, es decir, varias asignaturas a nivel básico, requieren que el estudiante lea algún tema o se informe sobre cierto asunto, sin embargo, los jóvenes han dejado de profundizar en lo que se lee, para únicamente absorber la superficie de la información.
Los docentes se encuentran seguido con situaciones donde el alumno está enterado del tema a través de anuncios, es como hablar sobre una película viendo solamente el tráiler de ésta. Ahora bien, si la prosa sugiere un esfuerzo de lectura de acuerdo a los interese temáticos y de competencia lingüística, imagine el esmero que deberá suponer la lectura de un género como el poético.
La poesía trae consigo grandes beneficios, pero desgraciadamente, otros géneros como la prosa y el teatro, han acaparado los temas en los programas de estudio de la educación básica, aunque no debe verse como una debilidad, sino como un área de oportunidad, donde cada educador deberá aprovechar el máximo cada aspecto del tema, y propiciar el interés del alumno hacia este tipo de lectura.
- Creatividad. La poesía ayuda a desarrollar la creatividad de las personas y, por ello, es una de las razones por las que se recomienda leer poemas a los niños.
- Expresión. Saber leer poesía significa saber expresarla con una lectura oral. Las ventajas de este punto son incontables puesto que permitirá transmitir una idea.
- Memoria. La memoria es una de las grandes beneficiadas con la lectura de la poesía. En los tiempos que corren se hace uso de internet para consultar cualquier dato, cualquier noticia o cualquier nombre cuando no lo recordamos. No está mal, pero la poesía ayudará a ser uno mismo un diccionario y a estimular la propia memoria más allá de la del navegador.
- Escritura. Para muchos, un poema es un conjunto de letras con un significado pero, para el escritor, la poesía es la construcción de una imagen dotada de un significado y no es cosa sencilla.
- Comprensión lectora. El lenguaje retórico estimula el área frontal del cerebro, ya que descifrar palabras desconocidas o con significado opuesto hacen que el cerebro necesite más recursos de los habituales.
Para Mario Benedetti, la poesía es “la verdadera alma del mundo”, porque el hombre aparece más humilde, más humano. Leer, crear, comprender y disfrutar la poesía tiene enormes recompensas, porque bien lo dijo Massimo Troisi, “La poesía no es de quien la escribe, sino del que la necesita”.
Por Carlos A. Rodríguez / profecarlos013@gmail.com