Qué tiempos llenos de aprendizaje se han estado presentando en los últimos meses. El confinamiento, pandemia, alternativas de modalidad de trabajo, de educación y cuidado de la salud han permitido conocer aspectos que no se tenían conscientes.
Como mamá te has puesto a prueba en la toma de decisiones día a día, si en la cotidianidad era algo diario, ahora con tantos cambios te has aplicado y readaptado la vida familiar a la nueva normalidad, que me gusta nombrarla como una normalidad resiliente y que ha facilitado descubrir virtudes personales que han permitido la adaptación a este nuevo estilo de vida.
Mamás dispuestas a enfrentar cada día lo que se va disponiendo por medidas oficiales y de salud, empezando por explicar a los hijos lo que estaba sucediendo, que incluso no se entendía inicial y realmente lo que pasaba, solo lo que se presentaba en los medios de comunicación que aunque era información incierta se compartía a la familia lo mejor posible y pretendiendo no alterar la dinámica, aunque fue difícil confinarse en casa junto con los hijos, a la par con el trabajo.
Habilidades y aprendizajes de vida
Sería un buen momento para que te preguntaras cuáles son tus aprendizajes, cómo eras antes y después de que empezó esta nueva dinámica, tus avances en lo tecnológico, en la crianza con los hijos, en la organización de la casa, es decir un sinfín de adaptaciones.
Haz un espacio… reflexiona, analiza tus diferencias, tus aciertos, lo que has dejado, lo que retomaste, lo que adquiriste y no me refiero solo a lo material sino a la diversidad de vivencias en un espacio distinto, quizás no dejaste de trabajar presencialmente pero es de manera distinta y el dejar hijos en casa fue un pendiente que a la fecha lo estás llevando a cabo. ¿Cómo le has hecho?, ¿Cómo has avanzado y qué experiencias han adquirido también tus hijos?.
Si trabajaste desde casa, quizás te sorprenderás de la organización que aprendiste a tener, empezando con la propia y siguiendo con la de los demás integrantes de tu familia. Desde manejar el silencio, espacio, recursos tecnológicos y lo domestico que no se detuvo, cómo incrementó las medidas de limpieza, de surtir el mandado, en fin, una variedad de necesidades que se presentaron al mismo tiempo.
Pero también te diste cuenta de que hubo una pausa, se limitó el espacio para la prisa, para el correr entre la escuela y las actividades extras.
Aplaude tus logros
Regálate una palabra de reconocimiento a los logros que has adquirido, quizás cuidaste a un familiar que se infectó o a ti misma y saliste adelante. Bríndate ese aplauso por ser la maestra, la auxiliar, la cocinera de tiempo completo, todo lo que representó y representa tu papel en estos momentos que la vida no se detuvo, solo es una pausa para ciertas cosas, actividades, distracciones, y esa pausa dio espacio para nuevas experiencias de vida que nutren tu ser. Eres sobreviviente a una pandemia, a una contingencia de salud, así como a una emergencia económica a la que también te has adaptado. No fue tiempo perdido, te ha dejado nuevos hábitos, actitudes y reconocimiento de lo que parecía mínimo y enaltecimos muchas cosas cotidianas y normales que ahora son valiosísimas. ¿Cuáles identificas?
Agradece y sigue adelante
Abrázate, llora si es necesario, pero no dejes de agradecer, con el solo hecho de ver lo que está a tu alrededor y que estés aquí y ahora, no en otro lugar, solo en este momento y en este espacio, con tu salud y con los que te rodean.
Quizás un familiar o un ser querido ya no esté cerca de ti, si te reconforta ora por él o ella, recuerda lo bueno que viviste a su lado, agradece lo que te dejó, da gracias por los momentos que compartieron y sigue adelante, hay vida para ti y los que en este momento te acompañan.
Vienen más vivencias, recíbelas, prepárate para experimentarlas con todos tus sentidos, ahora más que nunca no dudo que revalores el tacto, un buen gesto, una linda palabra, un gran aroma, un todo. Así que hay mucho por seguir aprendiendo, confía en ti y en lo que viene, con actitud positiva y ánimo, las adversidades no dejarán de existir, pero pide y prepárate para que sean esporádicas y cuando lleguen recíbelas, enfréntalas, busca apoyo, soluciones y cierra.
Si el miedo te invade, el cansancio y el hartazgo, date un respiro, una pausa, es parte de este ciclo, acércate con quien te reconforte, pide ayuda y pasará, sin duda pasará.
Te admiro como mujer y madre, como trabajadora, profesionista, maestra, esposa, hermana, como todo lo que eres día a día, como cuidadora de ti misma y de alguien más, como ejemplo para los que te rodean, por ser sobreviviente, por ser contribuyente a esta parte de la historia, por ser tú.
Obsérvate, abrázate y recuerda lo que vales y sobre todo lo que te mereces y el legado que estás marcando con fuerza y amor.
Por MPC Dianet Núñez Ramos, Psicoterapeuta / Tels. (656)611-0596 y (656)176-6321 /Mail: dianetnunez@yahoo.com.mx