Ellos siempre han convivido con nosotros, son una parte valiosa en nuestro estilo de vida, porque simplemente la complementan. Estamos hablando de nuestras mascotas, sean estas las más comunes como un perro, un ave o un gato, sin embargo también las hay cómo puede ser una serpiente, una tarántula, una iguana, roedores o hasta insectos. Pero ¿por qué son importantes las mascotas o los animales en nuestras vidas? La respuesta es complejamente simple, ellos nos aman sin condiciones.
Existen varias terapias que involucran animales de distintos hábitat. Conocemos la equinoterapia, el nado con delfines, dos de las más comunes y conocidas, pero simplemente al hacernos compañía nos alivian el peso de nuestras responsabilidades, es decir, hacen que nos olvidemos del ajetreo de nuestro estilo de vida.
Para los niños y jóvenes el tener una mascota en casa o tener acceso a ellos es sumamente estimulador, no sólo de manera visual o con el sentido del tacto, sino también de una manera más profunda como lo es lo emocional, y eso ayuda aquel niño o joven desarrolle sentimientos de empatía, que se transmite en una escolar. No sólo son compañías en ocasiones es un refugio para los jóvenes, niños, parejas, etcétera.
Imaginemos una actividad donde el maestro lleva al salón de clase un perrito, un gatito, un hurón; y que cada fin de semana alguno de los alumnos se haga cargo de alimentarlo, de cuidarlo. Este ejercicio que pudiera verse simple, provoca un gran impacto en el estudiante, sobre todo en los pequeños, ya que es emocionante el simple hecho detener una mascota, pero la lección implícita es fomentar el hábito de responsabilidad hacia otro ser vivo.
Los animales son nuestros acompañantes en este viaje llamado vida, y tenemos la obligación de protegerlos, porque sin ellos la vida es imposible. El ser humano se ha colocado como el rey del mundo, y a veces ha olvidado que en este viaje no está solo.

Estos son algunos beneficios de tener una mascota en casa:

• Sentido de la responsabilidad. Nos hacen responsables en su cuidado, y nos enseñan a plantearnos prioridades. Además de ser un compañero de juegos para los niños y niñas, crecer con una mascota es una oportunidad para enseñarles a ser responsables y a respetar a los animales.
• Contrarrestan la depresión, el estrés y la ansiedad. Las personas deprimidas no sienten el deseo de relacionarse. Cuando una persona mantiene un vínculo con una mascota, tiene un motivo para levantarse de la cama. Estudios han revelado que tener una mascota y acariciarla frecuentemente, ayuda a reducir los sentimientos de estrés, ansiedad y depresión.
• Mejoran la vida social. Con frecuencia, salir a pasear a la mascota es la excusa para conocer gente, se acercan a acariciar a un cachorro o surgen conversaciones sobre anécdotas o el cuidado de sus mascotas.
• Construyen una autoestima más fuerte. Se ha observado también que niños y niñas con alguna dificultad al leer en voz alta, si lo hacen delante de su mascota, refuerzan su seguridad y confianza en sí mismos, ya que las mascotas no se van a reír de cómo lo hacen o si se equivocan.
• Mayor felicidad. Los dueños de mascotas, tras compartir un rato de juegos, experimentan un aumento de oxitocina, se estimula la producción de serotonina y la dopamina, al mismo tiempo que el cortisol se disminuye, todas estas hormonas ayudan a disminuir los niveles de estrés y son un buen antídoto contra la depresión.

Por Carlos A. Rodríguez
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