¿Te pasa a ti? Hay muchas mujeres que después de pasar un proceso de divorcio y un duelo difícil, cuando ya bajan el nivel de enojo y el remolino de dolor emocional, se convierten en amantes de su exmarido.
¿Porqué pasa eso? Por distintos motivos, pero te voy a contar los más comunes:
- Si terminaron por infidelidad: muchas veces se ponen en competencia con la pareja actual y dicen: “Así como ella me lo hizo a mí, yo también se lo voy hacer a ella”.
- Porque uno de los dos no tiene pareja y dicen: “Es mejor malo por conocido que bueno por conocer”, “de vez en cuando un encuentro casual me hace sentir bien”.
- Porque aún hay amor en la mujer por la historia que vivieron juntos y no se puede desenganchar y piensa que al seguir con esos contactos íntimos puede recuperarlo.
En realidad en ningún caso es bueno convertirse en la amante de tu ex, porque es un enganche afectivo que te mantiene en angustia y ansiedad y no te va permitir construir tu vida.
Un proverbio cuenta que cuando tenemos las manos llenas, ocupadas, no podemos agarrar otras cosas nuevas y mejores para nuestra vida: hay que vaciar, soltar, dejar ir para prepararnos para una nueva relación, un nuevo proyecto o una decisión correcta para darle un cambio a tu vida.
No puedes tener un sueño por alcanzar cuando tienes un ancla en el pasado, ni es sano para los hijos.
Cuida tu vida y tu corazón, tienes un regalo hermoso que Dios te regaló, que es la libertad, y cuando vivimos en libertad podemos elegir. Elige lo bueno, mereces ser feliz.
Bendiciones