En internet puedes encontrar cualquier información alarmante no fundamentada sobre el cáncer y que provoca preocupaciones innecesarias acerca de la salud propia y de los familiares.
El Dr. Timothy J. Moynihan, oncólogo de Mayo Clinic, ofrece un análisis detallado de los mitos más populares sobre las causas del cáncer y explica por qué son falsos.
1. Mito: Los antitranspirantes o desodorantes pueden causar cáncer de mama.
La realidad: Según el Instituto Nacional del Cáncer y otras investigaciones, no hay evidencia conclusiva que vincule el uso de antitranspirantes o desodorantes axilares con cáncer de mama.
Algunos informes sugieren que estos productos contienen sustancias dañinas, como compuestos de aluminio y parabenos, que se absorben a través de la piel o entran en el cuerpo mediante cortes causados al rasurarse. Ningún estudio clínico ha dado todavía una respuesta definitiva a la pregunta de si estos productos causan cáncer de mama, pero las evidencias hasta la fecha sugieren que estos productos no causan cáncer.
Si aún te inquieta que tu desodorante tal vez aumente tu riesgo de cáncer, escoge productos que no contengan las sustancias químicas que te preocupan.
2. Mito: los envases de plástico y las películas plásticas transparentes para el microondas liberan en la comida sustancias dañinas que causan cáncer.
La realidad: Los envases de plástico para el microondas y las películas plásticas transparentes para envolver alimentos pueden usarse sin peligro en el microondas.
Sin embargo, los envases de plástico que no son para uso en el microondas podrían derretirse y filtrar sustancias químicas en la comida. Por ello, evita usar aquellos recipientes que nunca fueron para el microondas, como las terrinas de margarina, los envases para llevar o los botes de crema batida.
Revisa que todos los envases que uses tengan la etiqueta que diga que pueden usarse en el microondas.
3. Mito: la gente con cáncer no debería comer azúcar, ya que puede provocar que el cáncer crezca más rápido.
La realidad: El azúcar no hace crecer más rápido al cáncer. Todas las células, incluidas las células cancerosas, dependen de la glucosa sanguínea (azúcar) para generar energía; pero dar más azúcar a estas células no acelera su crecimiento, así como tampoco privarlas de azúcar hace que crezcan más lento.
Esta confusión puede basarse, en parte, en una mala interpretación de las tomografías por emisión de positrones que emplean una pequeña cantidad de trazador radioactivo, el cual suele ser un tipo de glucosa. Todos los tejidos del cuerpo absorben parte del trazador, pero los tejidos que más energía usan, entre ellos las células cancerosas, absorben más cantidad. Por esa razón, algunos han llegado a la conclusión de que las células cancerosas crecen más rápido con azúcar, pero eso es falso.
No obstante, existen pruebas de que el consumo de grandes cantidades de azúcar se relaciona con un incremento en el riesgo de sufrir ciertos tipos de cáncer, incluido cáncer de esófago. Además, consumir mucha azúcar puede llevar a la gordura y a más riesgo de obesidad y diabetes, lo que posiblemente incremente el riesgo de cáncer.
4. Mito: la gente buena no tiene cáncer.
La realidad: En la antigüedad, se solía ver las enfermedades como un castigo por malas acciones o pensamientos. En algunas culturas esta visión todavía se mantiene.
No obstante, si esto fuera cierto, ¿cómo se explicarían los casos de cáncer en un bebé de 6 meses o en un recién nacido? Estos pequeños no han tenido tiempo de ser malos.
No existe ninguna prueba de que alguien contraiga cáncer porque lo merece.
5. Mito: el cáncer es contagioso.
La realidad: No es necesario evitar a las personas que tienen cáncer. No hay ningún problema en tocar o pasar tiempo con alguien que tiene cáncer. De hecho, tu apoyo nunca será más valioso que en este momento.
Aunque el cáncer en sí mismo no sea contagioso, en ocasiones los virus (que sí lo son) pueden provocar el desarrollo de cáncer. Entre los ejemplos de virus que pueden causar cáncer están:
- Virus del papiloma humano (VPH), infección de transmisión sexual que puede causar cáncer del cuello del útero y otros tipos de cáncer.
- Hepatitis B o C, virus que se transmiten mediante las relaciones sexuales o el uso de agujas infectadas y que pueden causar cáncer del hígado.
Habla con tu médico acerca de cómo protegerte contra estos virus.