Lleno de bonitos recuerdos y emociones inolvidables, el rejoneador español Pablo Hermoso de Mendoza alista su regreso a Ciudad Juárez.
El próximo 7 de abril compartirá ruedo con su hijo Guillermo y el potosino Sebastián Torre en la plaza de toros Alberto Balderas.
“Es una plaza en la que te sientes muy metido dentro de la gente; al ser el ruedo más pequeño estás muy cerca de ella, es el diálogo entre artista y público, es mucho más íntimo que en cualquier otra plaza grande”, comentó en entrevista con WEEKEND.
Orgulloso papá
En su regreso a la frontera Hermoso de Mendoza estará acompañado por su hijo Guillermo, quien le trae muchos recuerdos de sus inicios
El rejoneador que comenzó su trayectoria en 1983 describe esta temporada como maravillosa, al ver que se abre paso en la profesión que le ha hecho vivir tantas emociones.
“Es como vivir el pasado cuando yo empecé, trasladarte a esos 18 años, cuando estaba lleno de ilusiones, incertidumbres, inseguridades, pero apasionado por todo lo que te rodea en la vida. Y ahora Dios me está dando ese regalo de vivirlo a través de mi hijo una segunda vez”, expresó.
El próximo 7 de abril compartirá ruedo con su hijo Guillermo y el potosino Sebastián Torre en la plaza de toros Alberto Balderas.
Una forma de vida
Para el español todos estos años dedicados al mundo del toreo han sido una forma de vida, en que se ha desarrollado como persona y artista.
“No entiendo mi vida sin torear, si me preguntan hasta cuándo, yo voy a ser torero hasta que me muera, lo seguiré haciendo mientras tenga fuerzas”, comentó.
Hermoso de Mendoza señaló que esta carrera es apasionante porque cada día escribe una nueva historia.
“Cada día sale un toro que no sabes qué condiciones va a tener, cómo va a ser, cómo va a envestir, la agresividad que va a tener, la nobleza”, expresó.
Y agregó que por más preparado que esté, a través de las vivencias adquiridas en tantos años de profesión, al llegar al ruedo tendrá que improvisar, “va a ser una nueva historia, es lo más apasionante, nunca repetitivo”.
La conexión entre caballo y caballero
Más que unos animales, para el torero sus caballos son sus compañeros, una parte de su vida y de su familia, con los que crea una relación superíntima.
“Vives momentos muy emotivos, de riesgo, de peligro, de percances, hasta de arte sublime donde te va a trasladar a esos momentos que a lo mejor has soñado y a través del caballo consigues realizarlos”, comentó.
Sobre si existe algún favorito en su cuadra, mencionó que es como una familia en la que a veces se estrechan lazos más fuertes con un miembro.
“Siempre tienes consentidos porque estás viviendo momentos de mucha compenetración, pero de repente luego también hay otros que a lo mejor necesitan de más entrenamiento y te vuelcas con él; al final es como una familia que a todos los quieres”, señaló.
Un hombre sencillo
El rejoneador se describe como una persona sencilla y muy familiar, muy unida a su círculo de amigos y con las personas que convive a diario.
De su ejemplo a seguir platicó que es su padrino Manuel Vidrié, “fue el torero en el que me miré en mi juventud, en mi pubertad y del que aprendí muchísimo”.
Sobre su preparación previa a salir al ruedo dijo: “Siempre hay un ratito antes, de meterte a la habitación, encontrarte contigo en tu intimidad, en tu soledad, y ahí intentar mentalizarte y llegar a la plaza con la mejor disposición posible”.
A los futuros rejoneadores les aconseja que traten esta profesión con mucho mimo, “a veces se acerca la gente a la fiesta sin conocer mucho de ella y se sorprende por la dureza de esta. Tenemos que ir adaptándonos y tratar siempre al toro, al caballo, con muchísima delicadeza”.
Al público de Ciudad Juárez lo invitó a acompañarlo en un día que, aseguró, será más especial por ser la presentación de su hijo.
No entiendo mi vida sin torear. Si me preguntan hasta cuándo, yo voy a ser torero hasta que me muera, lo seguiré haciendo mientras tenga fuerzas”
