Por Marisol Rodríguez / Fotos: Internet
Imagina que la temperatura supera los 30 grados centígrados, ¿podrías pasar media hora encerrado en el auto bajo el sol? Seguramente respondiste que no.
Y al igual que tú, tu perro tampoco será capaz de soportar el calor, sin importar que dejes ‘un poco abiertas las ventanas’ o que solo te vayas a tardar ‘cinco minutos’.
Al interior del vehículo la temperatura suele aumentar varios grados más en comparación con el exterior y los animalitos no regulan la temperatura de la misma forma que las personas.
Si hablamos de los perros, estos respiran y jadean más rápido cuando tienen calor, y les cuesta más tiempo sentirse frescos.
Otro aspecto a considerar es que la noción del tiempo para ellos no es la misma que para ti y pueden experimentar estrés y ansiedad, lo cual se traduce en palpitaciones, ladridos, aullidos y desesperación.
Señales de un golpe de calor
- Jadeo fuerte
- Saliva o espuma
- Ojos vidriosos
- Dificultad para respirar
- Sed excesiva
- Fiebre
- Vómito
¿Qué hacer?
Ante un episodio como este toma en cuenta los siguientes consejos:
- Estaciona el coche en un lugar con sombra.
- Ofrécele pequeñas cantidades de agua fría o cubitos de hielo para lamer.
- Coloca toallas o paños fríos en su cabeza, cuello y pecho.
- Rocíalo con agua fresca.
- Aunque la situación esté bajo control acude inmediatamente al veterinario, ya que un golpe de calor puede dejarle consecuencias a nivel muscular, cerebral, pulmonar, hepático, circulatorio o en las vías respiratorias.
Siempre que salgas con tu perro en el auto, asegúrate de llevar agua para mantenerlo hidratado.