21 noviembre, 2024

Los libros siguen siendo una de las fuentes de información más importantes en cualquier sociedad que se digne a catalogarse como civilizada, sea porque a lo largo del tiempo, ha brindado al ser humano una inagotable fuente de sabiduría, y aunque no siempre ha sido utilizada a favor de una buena causa; los libros se relacionan directamente con la cultura de un pueblo, esto es porque dentro de sus líneas guardan la historia de quien los escribió junto con su contexto sociocultural.

Las bibliotecas son los templos de la sabiduría moderna, y tal vez algunos pudieran pensar que esa fuente se encuentra en la actualidad en el internet, pero lo cierto es que, a pesar de encontrar un vasto universo de información con sólo poner una palabra en el buscador, los libros son por antonomasia, la mejor opción para darle credibilidad a una investigación.

Uno de los ejemplos de la importancia de este tipo de sitios, es la Biblioteca de Alejandría, destruida en el siglo III; fue “uno de los mayores centros de difusión del conocimiento en la Antigüedad”. Ya desde hace siglos, el hombre sabe la importancia de conservar la cultura a través de la palabra escrita, no únicamente de forma oral, como solía hacerse, porque se explica que “la idea de su creación puede haber sido una propuesta de Demetrio de Falero, un estadista ateniense exiliado, al sátrapa de Egipto y fundador de la dinastía ptolemaica, Ptolomeo I Sóter, quien, al igual que su predecesor, Alejandro Magno, intentaba promover la difusión de la cultura helénica”.

La idea o la función principal de una biblioteca, no es sólo preservar el saber que encierran los libros, sino de difundir las enseñanzas, ideas y el talento de las mentes que escribieron en aquellas hojas.

Las instituciones educativas saben de los beneficios que trae consigo tener una biblioteca escolar. Se sabe por lo anterior dicho, lo esencial que es tener al alcance un lugar como éste, pero la verdadera tarea es implementar una estrategia que convenza a los niños y jóvenes de dejar por un momento el dispositivo electrónico, para leer y absorber aquello que ofrece un libro. 

Es importante diferenciar entre implementar e imponer, ya que ahí radica el estímulo necesario para fomentar el hábito lector en los estudiantes, porque es indudable que hoy, los jóvenes —sobre todo— están renuentes a realizar una búsqueda de información confiable o a probar la lectura como uno de sus pasatiempos.

Una biblioteca escolar es más que un lujo, es una necesidad para cada escuela. Los libros siguen estando vigentes, y al parecer, lo seguirán siendo al menos por unos buenos años más. Estos son algunas ventajas de contar con una biblioteca en la escuela:

  • Respaldar y realizar los objetivos del centro escolar.
  • Fomentar el hábito lector, el aprendizaje y la utilización de las bibliotecas.
  • Ofrecer oportunidades de creación e investigación.
  • Apoyar la evaluación y uso de la información.
  • Facilitar el acceso a los recursos y conectar con ideas, experiencias y opiniones.
  • Organizar actividades sociales y culturales.
  • Trabajar los proyectos educativos.
  • Promover los servicios de la biblioteca escolar.

Por Carlos A. Rodríguez / profecarlos013@gmail.com

“Siempre imaginé que el paraíso sería algún tipo de biblioteca” –Jorge Luis Borges-

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