21 noviembre, 2024

Por Marisol Rodríguez / Fotos: Internet

La llegada del verano es una gran oportunidad para darle más color y glow a nuestra piel. Lo anterior lo podemos conseguir al tomar el sol, siempre con exposiciones controladas y el uso de un buen protector solar que nos permita lograr ese bronceado envidiable que tanto deseamos.

Jimmy Coco, experto en fake tanning y responsable del tono de piel que lucen estrellas como Ariana Grande y Victoria Beckham, ha señalado que “un buen bronceado puede hacer que parezcas hasta cuatro kilos más delgada”.

Y así es, ya que un buen color da la sensación de tener una piel más firme y tonificada, una apariencia más joven e incluso, puede disimular la celulitis.

Si planeas ir a la playa y quieres apostar por una piel besada por el sol por más tiempo, debes seguir estas 5 reglas.

1. Prepara tu piel

Planifica con antelación tu bronceado. Los días previos debes mantener una piel extremadamente hidratada. Otra clave es exfoliarte antes, así eliminarás las células de la superficie opacas y resecas y tendrás una superficie uniforme para tu bronceado.

2. Dosis extra de betacaroteno

Diversos estudios han demostrado que una dieta rica en betacarotenos -un tipo de pigmento rojo anaranjado y fuente de vitamina A- pueden recrear el brillo de la piel bronceada por el sol, desde adentro. Los albaricoques, mangos y zanahorias son sus fuentes naturales. Semanas o días antes de tu viaje a la playa, asegúrate de incluir estos alimentos en tu dieta y también consúmelos durante las vacaciones.

3. Máxima hidratación

Una de las claves para que el bronceado se prolongue es la hidratación. Para alimentar tu piel por fuera, aplícate cremas corporales, aceites sedosos y lociones con infusión de ácido hialurónico. Al exponerte al sol no olvides las lociones after-sun para darle a la piel reseca por el sol una dosis de hidratación. Otro truco de belleza para estar bien hidratada por dentro es beber agua, al menos dos litros al día, ya que este líquido es vital para prolongar tu bronceado y mantener la piel sana y flexible.

4. Duchas frías

Aunque seguramente prefieres las duchas con agua caliente, debes saber que esta puede quitarle a tu piel sus aceites naturales y provocar que se seque y eso dará como resultado un bronceado escamoso, lo cual no queremos. Por ello lo mejor es que la temperatura del agua se mantenga baja para prolongar la vida de tu piel bronceada.

5. Incentiva su glow

Días después de regresar de la playa puedes sentir que tu bronceado ha perdido su brillo, si es así, prueba con una loción corporal o un aceite iluminador para resaltar el color de tu piel y regresarle su luminosidad.

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