Por Marisol Rodríguez / Fotos: Internet
Existen diversas técnicas para estudiar, una de las más clásicas es el subrayado.
Esta consiste en poner una o más líneas debajo de las ideas principales, secundarias o aquellas palabras que son claves y queremos destacar.
El subrayado ofrece muchas ventajas como comprender mejor la estructura del texto que estudiamos, repasar más contenidos en menor tiempo, facilitar el aprendizaje y la comprensión, ayudar a la concentración y a la memorización de la información.
Descubre qué debes hacer antes, durante y después de subrayar tus apuntes.
Antes
• Lectura comprensiva: Lee al menos dos veces.
• Nunca subrayes en la primera lectura.
Durante
• Lee párrafo a párrafo.
• Busca ideas principales, secundarias y palabras clave.
• Usa diferentes tipos de subrayado: líneas, sombreados, rodeo de palabras.
• Elige dos colores: uno para las ideas y otro para las palabras clave.
• Incluye símbolos como flechas o asteriscos y palabras clave en los márgenes del texto.
Después
• Lee únicamente lo que subrayaste. Si tiene sentido, significa que lo haz hecho bien. Si no se entiende, repasa para completar y corrige errores.
Ideas principales: Estas responden a preguntas del título como ¿Quién?, ¿Cómo?, ¿Cuándo?, etcétera.
Ideas secundarias: Su misión es explicar o aportan más información de interés sobre las ideas principales.
Palabras claves: Son relevantes o introducen las ideas principales. Entre ellas: objetivos, características, funciones y tipos.