Todas las personas experimentamos en nuestra vida tristeza, pero la depresión es una enfermedad que afecta al organismo, el estado de ánimo y la manera de pensar. También afecta la forma en que una persona come, duerme y cómo se valora a sí misma (autoestima). Depresión no es lo mismo que un estado pasajero de tristeza, ni indica debilidad personal. Mucha gente dice “Animo, vas a estar bien”, pero no es un tema de voluntad, ni un problema de duelo.
Tristeza es el bajón que tenemos frecuentemente y en muchas ocasiones esconde una frustración, es por ejemplo cuando nos dan una mala noticia, cuando nos pasa algo que no nos gustó y el ánimo desciende por un corto tiempo.
La depresión es una enfermedad que tiene distintos síntomas y existen varios tipos. Pero ¿cómo se siente una persona con depresión? Los sentimientos de depresión se pueden describir como sentirse triste, melancólico, infeliz o derrumbado.
Síntomas
La mayoría de las personas se siente de esta manera una que otra vez durante períodos cortos, pero la verdadera depresión clínica es un trastorno del estado de ánimo en el cual los sentimientos de tristeza, pérdida, enojo o frustración interfieren con la vida diaria durante un período prolongado.
- A la persona le cuesta empezar o terminar algo
- No siente placer
- Tiene baja estima
- Problemas de sueño
- De comerse todo a no comer nada
- No sale de la habitación
- La persona se abandona, no se cuida
- En algunas ocasiones tiene pensamientos suicidas
¿Cómo piensa un depresivo?
Dicen los especialistas que piensa referente a 3 motivos distintos:
Con respecto a si mismo: No sirvo, no valgo, no puedo, todo me pasa a mí, todo me sale mal, etc…
Con respecto al mundo: Piensa que el mundo le pone obstáculos, la sociedad lo agrede.
Con respecto al futuro: Desesperanza (piensa que ya no hay nada que valga la pena).
¿Qué puedo hacer para salir de este estado?
Herramientas útiles que podemos utilizar:
- Saber que tenemos un Dios al que podemos recurrir y está a la distancia de una oración. Apoyarse en consejeros espirituales o terapeutas, quienes pueden ayudar a darle sentido a experiencias dolorosas que hemos vivido, que nos han dejado una cicatriz en el alma y un recuerdo doloroso.
- Un examen médico y una visita al doctor nos ayudarán a descartar algo orgánico y basarnos en lo emocional.
- Pensar que no estamos en un pozo donde no hay salida con la situación que estamos viviendo, o con una tristeza sin motivo, sino pensar que es un túnel donde pronto encontraremos esa luz que nos guiará hacia la recuperación de nuestra vida. En este pensamiento hay que trabajar mucho, porque cuando se está pasando por una etapa de depresión no lo asimilamos fácilmente.
- La red afectiva es muy importante. La familia y los amigos, tener alguien con quien hablar y que nos escuche, eso nos va ayudar a externar lo que sentimos, y ponerlo en palabras siempre nos traerá sanidad.
- considerar a la oración como una forma de relajarse y donde nuestro Padre Dios nos capacita y nos da las herramientas necesarias para enfrentar cualquier situación.
Recuerda que la depresión es una enfermedad médica que no es culpa ni del paciente ni del grupo familiar y que puede ser tratada. Piensa que la pasión, las fuerzas, la motivación, la vitalidad, las ganas de vivir… las perdiste en este momento, pero las vas a recuperar y estarás más fuerte para disfrutar lo mejor que viene a tu vida.
